A punto de experimentar cambios significativos, la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) se renovará con un formato que integrará preguntas tipo test y otorgará una atención especial a la ortografía, restando un 10% de la calificación en caso de faltas. Los alumnos se hallarán ante la posibilidad de seleccionar entre varias opciones en algunas secciones de la prueba, a condición de haber estudiado el temario completo.
Dicho borrador del proyecto de Real Decreto se encuentra actualmente en manos de Europa Press y ha sido desarrollado conjuntamente por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. El documento refleja una estructura de ejercicios clasificados en diferentes secciones, que pueden contener desde una sola pregunta hasta varias tareas. Se realizarán valoraciones basadas en la producción de texto, asegurando que se cumple un mínimo del 70% de la nota en preguntas abiertas y semiabiertas.
Este nuevo esquema de examen presentará un modelo único por materia, aunque algunas secciones permitirán elegir entre diversas opciones, manteniendo la medición de las competencias específicas requeridas. La corrección gramatical, léxica y ortográfica será crucial, con un peso de al menos el 10% en la calificación de la tarea que implique escritura.
Una flexibilización en el criterio de evaluación de la ortografía se aplicará para aquellos estudiantes con necesidad específica de apoyo educativo. La nueva EBAU constará de cuatro exámenes, o cinco en autonomías con lengua cooficial, abarcando materias como Lengua Castellana y Literatura II, Historia o Filosofía, Lengua Extranjera II y una materia obligatoria específica.
El diseño de estos exámenes tendrá un enfoque competencial, buscando evaluar las habilidades creativas, críticas y reflexivas de los alumnos. Las tareas a desarrollar se enmarcarán en contextos diversos, desde lo artístico y científico hasta lo humanístico y tecnológico, buscando siempre una relación con el entorno cotidiano del estudiante.
Manteniendo la duración de 90 minutos por prueba del formato anterior, se establece un descanso de al menos 30 minutos entre ejercicios, salvo para aquellos alumnos con necesidades especiales para quienes se prescriba una extensión del tiempo.
La nueva EBAU admite, dependiendo de las necesidades de las pruebas, el uso de herramientas auxiliares como diccionarios o calculadoras, siempre que las mismas se ajusten a los criterios evaluativos y sean autorizadas por las comisiones organizadoras. Este cambio normativo busca garantizar una evaluación ajustada al tiempo del ejercicio y a las necesidades reales de análisis y estrategia para abordar las tareas propuestas.
