El Hospital General de Villarrobledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), fue sede de las I Jornadas contra el Acoso Escolar denominadas ‘Sumemos contra el Acoso’. Una actividad formativa en la que participaron cerca de 100 profesionales de los ámbitos sanitario, educativo, judicial, psicosocial y de seguridad ciudadana para proporcionar un abordaje integral e identificar el problema, así como buscar soluciones de prevención y tratamiento.
De acuerdo al supervisor del Plan Dignifica en la Gerencia de Atención Integrada de Villarrobledo y uno de los responsables de la actividad formativa, Andrés Tendero, “resulta indispensable reciclar conocimientos en prevención, detección e intervención ante la violencia escolar para combatir esta lacra y, así, mejorar la situación” que viven los escolares víctimas de esta violencia.
El problema no reconoce distinciones sociales ni de sexo, puede tener numerosas consecuencias negativas para los que lo sufren, desde baja autoestima hasta trastornos emocionales, fracaso escolar, sentimientos de culpa, alteraciones de conducta y problemas para las relaciones familiares y sociales, entre otros.
En ese contexto, el Hospital General de Villarrobledo logró un acercamiento a este fenómeno tan nocivo que se engloba bajo el análisis de algunos agentes que pueden tratar de atajarlo.
De esta manera, hubo participación de expertos en la materia y testimonio de víctimas del acoso que mostraron su punto de vista sobre distintas cuestiones relacionadas con la temática: origen del problema, prevención, abordaje inicial, protocolos de actuación, formas de acoso, recursos institucionales y personales, protección jurídica del menor y acoso en las nuevas tecnologías.
Precisamente, el ciberacoso fue tratado en una de las mesas redondas de estas jornadas. Para la jefa del Servicio de Pediatría de la Gerencia de Villarrobledo, Francisca Castillo, esta forma de violencia “tiene consecuencias especialmente negativas”, ya que “las tecnologías digitales tienen la capacidad de generar un gran número de espectadores alrededor de la agresión y, además, en muchos casos permite al agresor no ser identificado”.
Se trató de un foro de debate que sirvió para saber qué se está haciendo, con qué herramientas se cuenta para combatir esta lacra y qué aspectos quedan por mejorar. En opinión de la doctora Castillo, “el acoso escolar es un tema muy complejo que puede tener consecuencias fatales para las víctimas”, por esa razón cree que este tipo de actividades formativas son tan necesarias, ya que “pueden ayudar a tratar de erradicar de una vez por todas” este grave problema.