En un reciente comunicado, el presidente Trump ha firmado una carta dirigida a Michael Kratsios, el Asistente del Presidente y Director de la Oficina de Ciencia y Tecnología (OSTP), delineando un ambicioso camino hacia lo que define como la «Edad de Oro de la Innovación Americana». Esta carta, que establece una agenda clara para el futuro tecnológico del país, destaca tres metas fundamentales que buscan consolidar la posición de Estados Unidos como líder global en el ámbito de las tecnologías emergentes y críticas.
La primera de estas metas se centra en asegurar que Estados Unidos mantenga su ventaja sobre posibles adversarios en campos como la inteligencia artificial, la ciencia de la información cuántica y la tecnología nuclear. El presidente enfatiza la importancia de no solo competir, sino de reafirmar el liderazgo tecnológico del país en un contexto global cada vez más desafiante.
La segunda meta apunta a revitalizar la empresa científica y tecnológica de América. Trump subraya la necesidad de perseguir la verdad, reducir las cargas administrativas y empoderar a los investigadores para que logren descubrimientos revolucionarios. Este enfoque busca desatar el potencial innovador del país y mejorar la capacidad de los científicos para contribuir al avance del conocimiento.
Finalmente, la última meta se enfoca en asegurar que el progreso científico y la innovación tecnológica no solo generen crecimiento económico, sino que también mejoren la calidad de vida de todos los estadounidenses. El presidente afirma que la innovación debe ser un motor de desarrollo que beneficie a la sociedad en su conjunto.
En sus propias palabras, Trump señala que, tras años de «debilidad y complacencia», es momento de fijarse metas más altas. «Estamos llamados a abrir un camino hacia las próximas fronteras de la ciencia. Tenemos la oportunidad de consolidar el liderazgo tecnológico de América y dar inicio a la Edad de Oro de la Innovación Americana», afirmó en su comunicación.
Por su parte, Kratsios se alineó con la visión del presidente, afirmando que al acelerar el liderazgo tecnológico de Estados Unidos y restaurar la función científica del país, se podrá lograr una era de innovación sin precedentes. Hizo un paralelo con los logros alcanzados bajo la dirección de Franklin D. Roosevelt, recordando cómo la ambición en el ámbito de la investigación y el desarrollo llevó al ser humano a la luna.
Este llamado a la acción representa un esfuerzo concertado para posicionar a Estados Unidos no solo como un competidor, sino como un pionero en el ámbito global de la ciencia y la tecnología. La declaración completa de esta estrategia está disponible para su lectura en la página oficial de la Casa Blanca.
Fuente: WhiteHouse.gov