En un acto que promete cambiar el rumbo de la narrativa histórica en Estados Unidos, el presidente Donald J. Trump firmó hoy una orden ejecutiva destinada a «restaurar la verdad y la cordura en la historia estadounidense». Este movimiento busca revitalizar instituciones culturales clave, como el Smithsonian, y contrarrestar lo que Trump describe como una ideología divisiva que ha ido ganando terreno en el país en la última década.
La esencia de esta orden es garantizar que el Smithsonian sea un lugar que inspire la imaginación de los niños y celebre la grandeza de la historia y los logros estadounidenses. En particular, la directiva llama a eliminar «ideologías impropias, divisivas o antiamericanas» de todas las exposiciones, programas y centros educativos asociados a la institución, además de la conocida National Zoo. Acompañando esta medida, se busca que las futuras asignaciones presupuestarias al Smithsonian no financien exhibiciones que, según la administración, menosprecien los valores compartidos o dividan a los estadounidenses en función de su raza.
Además, el presidente Trump ha instado a la Vicepresidencia, representada en la Junta de Regentes del Smithsonian, a nombrar miembros comprometidos con la celebración de la herencia estadounidense, excluyendo cualquier reconocimiento de hombres participando como mujeres en el Museo Nacional de Historia de las Mujeres.
Una de las partes más controvertidas de la orden ejecutiva se refiere a la restauración de parques federales y monumentos que, según la administración, han sido alterados o retirados de manera inapropiada en los últimos cinco años. La intención es corregir lo que Trump califica como una revisión falsa de la historia y una minimización de figuras y eventos históricos significativos. Este esfuerzo se alinea con la próxima celebración del 250 aniversario de la firma de la Declaración de Independencia el 4 de julio de 2026, con planes específicos para realizar mejoras en Independence Hall para esa fecha.
Las críticas hacia la administración anterior no se han hecho esperar. Trump ha acusado al gobierno de Biden de promover una ideología divisoria que redefine conceptos fundamentales de la historia y de la libertad. Ejemplos de esto incluyen formaciones dentro del Parque Nacional Histórico de la Independencia que, según el presidente, proclamaban que la identidad racial de los guías debía influir en la forma en que presentaban la historia a los visitantes.
Por otra parte, el Smithsonian, que solía representar un símbolo de excelencia estadounidense, ha sido blanco de críticas por algunas de sus exposiciones recientes que, según Trump, promueven narrativas divisivas. Entre ellas se encuentran afirmaciones sobre cómo ciertas obras de arte han sido utilizadas para fomentar «el racismo científico» y cómo características como «el trabajo duro» y «la familia nuclear» se han etiquetado erróneamente como parte de «la cultura blanca».
En un contexto más amplio, la administración de Trump busca reafirmar el orgullo nacional mediante varias iniciativas, incluyendo la creación de un jardín nacional para héroes americanos y la protección de monumentos de actos de vandalismo. Esta orden ejecutiva surge como una declaración de intenciones en un momento en el que la historia y la memoria cultural son puntos de intensa disputa en la sociedad estadounidense.
Con estas medidas, Trump busca asegurar que la historia estadounidense se celebre con precisión y orgullo, reconociendo el progreso y la innovación que han definido al país a lo largo de los años. Así, la restauración de la verdad y la sanidad en la narrativa histórica se presentan no solo como una cuestión de política, sino como un esfuerzo fundamental por la identidad nacional.
Fuente: WhiteHouse.gov
