La Diputación de Cuenca ha llevado a cabo la restauración del pergamino que otorga el título de Villa a Albendea, un documento histórico fechado en 1537 y firmado por el emperador Carlos V. Este pergamino, firmado el 20 de noviembre en Valladolid, permitió a Albendea obtener una jurisdicción propia, desvinculándose de la justicia que hasta entonces se impartía en Huete.
El diputado del Archivo, Diego Yuste, visitó la localidad acompañado por el alcalde de Albendea, Luis Enrique Pérez, y la técnica Marisa González. Durante la visita, Yuste tuvo la oportunidad de observar personalmente la relevancia de este documento en la historia de Cuenca, así como en la cultura de la comarca de la Alcarria.
La Diputación ha destinado presupuesto para la recuperación, limpieza, encuadernación y rehabilitación de documentos históricos significativos, destacando la importancia de preservar el patrimonio documental. Yuste enfatizó la relevancia de conocer y ordenar los archivos, ya que esto contribuye a una mayor comprensión del desarrollo histórico y social de los pueblos.
La restauración del pergamino se hizo posible gracias a una ordenación realizada por la Diputación el año pasado en Albendea, lo que permitió catalogar la documentación del ayuntamiento. El diputado defendió el valor de la información que se puede obtener en los archivos, particularmente en relación a la vida cotidiana de siglos pasados. Se refirió a litigios, inventarios de bienes y actas de concejos como elementos clave para entender la historia local.
Miguel Ángel Pozuelo, el archivero que trabajó en la restauración, señaló que aunque hay municipios que conservan el título de Villa, su existencia es poco habitual, por lo que la restauración de Albendea es motivo de celebración.
El documento, escrito en castellano antiguo y fechado el 26 de noviembre de 1537 en Valladolid, cuenta con la firma del rey, que menciona a su madre Juana de Castilla, así como la firma de Juan Vázquez de Molina, secretario de las Cesáreas y Católicas Majestades. En el texto se justifican las razones por las cuales se concede el título de Villa, indicando la distancia de siete leguas a Huete, una situación que dificultaba a los vecinos, especialmente a los pobres y viudas, acceder a la justicia.
El documento menciona que Albendea tenía en aquel momento 180 vecinos y se esperaba un crecimiento de la población. Además, señala una aportación a la corona de novecientos noventa mil maravedís para el sostenimiento de la armada contra los infieles, una donación hecha por un vecino de Albendea, Juan de Lariz.
Este título otorgaba a Albendea la jurisdicción civil y criminal, así como la autoridad para nombrar cada año un alcalde, un alguacil, regidores, un mayordomo y un procurador, además de otros funcionarios encargados de la administración de la justicia.