Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha y secretario general del PSOE en la región, ha hecho frente a la propuesta de Vox de que el «PSOE bueno», refiriéndose explícitamente a él, facilite la investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. En respuesta a aquellos que hablan de transfuguismo y votos engañosos, García-Page les ha recordado su afición a los ‘tamayazos’, pero ha dejado claro que eso no va con él.
«Yo puedo hablar con todo el mundo, porque además mantengo una buena relación con todos ellos, pero a efectos de este asunto, si quieren hablar de algo relacionado con el Congreso de los Diputados, deben hablar con el Secretario General del Partido», declaró a los medios antes de asistir a la toma de posesión del presidente de Asturias, Adrián Barbón.
García-Page quiso dejar claro que, antes que socialista, es «demócrata», lo cual implica, en primer lugar, «respetar lo que han votado los ciudadanos» y, en segundo lugar, «cumplir las normas, incluyendo las normas de los propios partidos políticos».
Sin embargo, quiso insistir en que el único interlocutor válido de los socialistas para hablar sobre la formación de gobierno es Pedro Sánchez.