En las calles de Ereván, Armenia, la vida de los perros callejeros se cierne entre la invisibilidad y la brutalidad. A miles de kilómetros de distancia, en California, Zhanna Majyan, una profesora de matemáticas armenia, vive con el corazón dividido entre su profesión y la misión altruista de salvar a los más indefensos de su país natal. A pesar de los desafíos económicos y logísticos, Zhanna ha logrado rescatar y acoger en su apartamento a hasta una docena de perros callejeros de Armenia, promoviendo un cambio en la percepción y el tratamiento hacia estos animales.
Zhanna detalla el ciclo desolador que a menudo enfrentan los perros en Armenia: ser abandonados debido a supersticiones o, peor aún, ser perseguidos y sacrificados bajo la justificación de controlar su población. Una práctica especialmente despiadada implica la mutilación de los cadáveres como prueba de las “piezas” cazadas, un reflejo de la actitud despreciativa hacia la vida de estos animales. Esta realidad contrasta fuertemente con los esfuerzos esporádicos de esterilización y vacunación, esfuerzos que, según investigaciones, a menudo terminan en corrupción y fraude, socavando cualquier intento por mejorar la situación.
Armada con determinación y apoyada por una red modesta pero dedicada de donantes, Zhanna administra la página de Facebook «Stray Dogs of Armenia», que sirve como una plataforma para ganar apoyo y coordinar rescates y adopciones. Sus esfuerzos, sin embargo, revelan una historia de desesperanza y negligencia, con programas de esterilización mal administrados y refugios que no cumplen sus promesas de cuidado y protección.
La situación en Armenia no es solo un reflejo de la crisis de los perros callejeros, sino también de una crisis de conciencia. El relato de Zhanna Majyan destaca la resistencia de unos pocos frente a la indiferencia de muchos, buscando no solo salvar vidas sino también cambiar mentalidades. Mientras la «ciudad de los perros» continúa inmersa en esta problemática, los esfuerzos de personas como Zhanna representan un faro de esperanza, un llamado a la acción y a la empatía para con los más vulnerables.