El desarrollo del juego evidenciaba una estrategia clara por parte de Ricardo Íñiguez, enfocada en la fortaleza defensiva y la capitalización de los errores del adversario. Este enfoque táctico, si bien demandaba un gran esfuerzo físico y una concentración constante, comenzó a dar sus frutos a medida que avanzaba el encuentro. Los jugadores del equipo vinatero mostraban una compenetración admirable, colaborando entre sí para cerrar espacios y avanzar en bloque hacia la meta contraria.
Finalmente, la perseverancia del equipo de Íñiguez fue recompensada. Tras una intensa lucha y varios intentos frustrados por parte de Palma, el conjunto vinatero logró imponerse. El gol de la victoria llegó en un momento crucial del partido, desatando la euforia entre los jugadores y seguidores del equipo. Ricardo Íñiguez destacó en sus declaraciones postpartido el esfuerzo y la dedicación de sus jugadores, subrayando la importancia de este triunfo tanto en lo anímico como en lo deportivo. Sin duda, este partido quedará grabado en la memoria del conjunto vinatero como un ejemplo de resistencia y trabajo en equipo.