Repsol, la principal petrolera de España, ha decidido dar un paso estratégico hacia la diversificación y la tecnología con un ambicioso proyecto para desarrollar centros de datos. Según fuentes cercanas al proceso, la compañía invertirá 4.000 millones de euros para crear una instalación de 400 megavatios (MW) en Escatrón, Zaragoza, utilizando terrenos e infraestructuras existentes de su planta de ciclo combinado. Esta decisión marca su entrada en un sector clave en plena expansión, enfrentándose directamente a gigantes como Iberdrola.
El auge de los centros de datos en España
Los centros de datos, conocidos por su voraz consumo de energía, se han convertido en un mercado estratégico para las grandes energéticas. Según la patronal Spain DC, estas instalaciones podrían movilizar más de 116.000 millones de euros en inversiones directas e indirectas en España durante los próximos años. Aragón, con proyectos como el de Repsol en Escatrón, se perfila como el «Silicon Valley español» de los centros de datos, superando incluso a Madrid en capacidad proyectada.
El proyecto de Repsol destaca por su envergadura: los 400 MW previstos representan aproximadamente un 10% del total que se espera en España para 2030. Además, supera a los puntos de acceso de competidores como Solaria y se acerca a los 615 MW que Iberdrola ha asegurado para sus propias iniciativas.
Reutilización de activos y objetivos estratégicos
Repsol aprovechará su infraestructura actual en Escatrón, incluyendo terrenos, acceso a redes eléctricas y suministro de agua, para reducir costos y acelerar el desarrollo del proyecto. Este movimiento no solo permite a la petrolera diversificar sus actividades, sino que también responde a la creciente demanda de energía de los centros de datos, consolidándose como un proveedor clave de electricidad a largo plazo.
A diferencia de Iberdrola y Solaria, que han creado filiales específicas para este sector, Repsol planea vender el proyecto completo, «llave en mano», incluyendo contratos de suministro eléctrico a largo plazo. Este modelo busca maximizar la rentabilidad sin asumir la operación directa de los centros de datos.
El mercado persa de la luz
Los centros de datos, esenciales para el procesamiento de datos en tiempo real y el crecimiento de la economía digital, han desatado una feroz competencia entre tecnológicas y eléctricas. Las primeras demandan grandes cantidades de energía a precios competitivos, mientras que las segundas buscan clientes estables para sus excedentes de producción. Sin embargo, el principal obstáculo para un acuerdo fluido radica en los precios y las condiciones contractuales. Las eléctricas buscan contratos a largo plazo, mientras que las tecnológicas prefieren flexibilidad y precios bajos.
Un futuro prometedor para los CPD en España
Con este proyecto, Repsol se suma a la creciente euforia inversora en centros de datos, un sector que no solo promete un importante retorno económico, sino también una oportunidad única para posicionarse en el corazón de la economía digital. Si el proyecto en Escatrón tiene éxito, Repsol podría replicar este modelo en otras ubicaciones, consolidándose como un jugador clave en el suministro energético para la tecnología del futuro.
En un contexto donde las energías renovables y la digitalización marcan el rumbo, la apuesta de Repsol refuerza su compromiso con la innovación y diversificación, posicionándose como un actor clave en el desarrollo del sector tecnológico y energético de España.
vía: Expansión