La noche del jueves 18 de septiembre marca el regreso de Andreu Buenafuente a la pequeña pantalla, tras el éxito de la primera temporada de «Futuro imperfecto». Este programa se posicionó como una alternativa refrescante al omnipresente «Supervivientes» de Telecinco, logrando una media del 11,9% de share y más de 1,2 millones de espectadores. Con la actual edición del reality en declive, el cómico catalán se enfrenta a un escenario propicio para sorprender.
Una de las innovaciones más destacadas de esta nueva temporada es el método de grabación. En lugar de producir los episodios con anticipación, Buenafuente y su equipo graban los segmentos el mismo jueves por la tarde, justo antes de la emisión. Este ajuste busca evitar desfasajes con la actualidad, como ocurrió en el pasado cuando un monólogo no hacía referencia a la dimisión de Santos Cerdán, lo que llevó al equipo a tener que aclarar la situación con un rótulo humorístico en pantalla.
El programa mantiene su esencia con el monólogo de Buenafuente y el ingenio de su equipo habitual, como la “dosis semanal de dopamina” de Tamara García Romero y el humor de Raúl Cimas. Sin embargo, la segunda entrega incorpora nuevas voces a través de cómicos invitados, lo que promete un enfoque más diverso y enriquecido.
Además, por primera vez el show se aventurará fuera de su hogar en Terrassa, grabando un episodio en una ciudad aún no revelada. Esta decisión amplía el concepto de «Futuro imperfecto» y podría aportar una dinámica novedosa al formato.
La primera entrega, titulada «Estamos de vuelta», abordará temas candentes como las protestas en la Vuelta ciclista y la retirada de España en Eurovisión. Con la presencia de colaboradores como Raúl Cimas y David Martos, este inicio sirve para medir el pulso del programa en una noche que promete competitividad.
Con estos cambios estratégicos, el desafío es claro: consolidar su espacio en la parrilla y, quizás, arrebatar el liderazgo de la noche a Jorge Javier y su equipo. Al abordar temas polémicos con el humor característico de Buenafuente, la expectativa está alta. ¿Logrará el cómico catalán hacer frente a su rival en un contexto tan volátil como el actual? Solo el tiempo lo dirá, pero sin duda, la cita promete ser un evento marcado por la agudeza y la actualidad.
