Guadalajara ha inaugurado un renovado tramo peatonal entre Cardenal González de Mendoza, Alvar Fáñez de Minaya y la Avenida del Ejército, mejorando la seguridad y accesibilidad para los peatones, tanto vecinos como turistas. Este sector, que lleva a las inmediaciones del Palacio del Infantado, ha sido objeto de una reforma que responde a una exigencia de los ciudadanos, quienes habían manifestado su preocupación por el estado del pavimento anterior, que presentaba baldosas levantadas debido a las raíces de los árboles. La alcaldesa Ana Guarinos destacó que este era uno de los tramos «menos accesibles y más inseguros», lo que provocó múltiples caídas.
Las obras, que alcanzaron un costo de 330.000 euros, no solo implicaron la renovación de la pavimentación, que ahora se presenta en tonos tierra, sino también la instalación de nuevos bancos y papeleras. Parte del arbolado ha sido reemplazado; un total de 16 árboles fueron talados, pero se han replantado 17 nuevos, mejorando el entorno y la accesibilidad del área.
Guarinos, durante la inauguración, expresó su reconocimiento al esfuerzo de los trabajadores y explicó que aunque el proyecto se había planificado para durar entre tres y cuatro meses, se extendió más tiempo debido a problemas en el suministro de materiales. El concejal de Infraestructuras, Santiago López, comentó que el objetivo es continuar utilizando este tipo de materiales para embellecer otras áreas alrededor del casco histórico, aunque advirtió que algunas zonas requieren permisos especiales por ser Bien de Interés Cultural.
La elección del pavimento multicolor busca marcar la entrada a la zona perimetral del casco histórico, con la posibilidad de que se extienda hacia el Palacio del Infantado. En esta remodelación se ha logrado aumentar la percepción de espacio en la acera, aunque no se han cambiado las dimensiones reales del paso, y las plazas de aparcamiento en la zona se mantienen.
La alcaldesa también aprovechó la ocasión para hablar sobre el futuro urbanístico de Guzmán, mencionando el avance en proyectos de vivienda en terrenos de la Avenida de Zaragoza, así como en Ingeniero Mariño y Plaza de Dávalos, donde se ha comenzado a gestar otra construcción de viviendas. Guarinos subrayó la necesidad de ofrecer soluciones habitacionales, especialmente para los jóvenes, con el objetivo de hacer de Guadalajara un lugar atractivo para vivir. La promesa de cerca de 400 viviendas protegidas representa un paso significativo hacia esta meta, así como los proyectos en desarrollo en vivienda libre, considerados igualmente necesarios para el crecimiento de la ciudad.