Con el telón levantado, Operación Triunfo 2025 ya está en marcha en Prime Video, y no se trata solo de un nuevo ciclo del famoso talent show, sino de la llegada de una figura que promete dar un aire fresco al formato: Miriam Rodríguez. Tras su memorable paso como tercera clasificada en OT 2017, Miriam se ha lanzado a un nuevo reto que combina sus pasiones: la música y la comunicación, inaugurando el espacio Conexión OT. Este programa, que se emitirá de martes a sábado a las 20:00 horas, se presenta como el complemento perfecto y humano para el reality.
La gallega ha atravesado su propio camino profesional, donde su experiencia en formatos televisivos ha sido un peldaño vital en su crecimiento como presentadora. «Cuando nos llamaron para ofrecérmelo, dije, ‘¿pero esto qué es?'», recuerda Miriam. La oferta, que llegó sin que tuviera que pasar por pruebas, le pareció una gran oportunidad de conectar con los nuevos concursantes desde un lugar genuino, comprendiendo lo que significa estar en su piel.
«Soy consciente de la responsabilidad y la presión que implica hacer un programa diario en directo durante tres meses. Pero quiero vivir este viaje desde la calma», revela, dejando entrever su compromiso por crear un ambiente donde los concursantes se sientan a gusto y puedan recibir feedback positivo. «Operación Triunfo nunca se supera del todo cuando lo has vivido», sostiene con un tono reflexivo, evidenciando que su experiencia en la academia le ha brindado la madurez necesaria para abordar esta nueva etapa.
Su enfoque está centrado en crear una atmósfera cercana y orgánica, donde la espontaneidad y la conversación fluyan naturalmente. «Voy a estar muy cerca de ellos, compartiendo mi experiencia y anécdotas», agrega, con una energía que no oculta su emoción. El formato le parece atractivo, porque permite una interacción auténtica, lo que podría ser un bálsamo en los intensos días que vivirán los concursantes.
Aunque la televisión ha sido un pilar en su carrera, Miriam refleja su pasión por la música, señalando que le resulta difícil imaginarse al margen de este mundo en otros proyectos. Su visión es clara: «Soy una artista independiente que vive y se nutre de muchas patas distintas», afirmando que cada paso en su carrera tiene coherencia con su identidad artística.
Las redes sociales, que ofrecen tanto oportunidades como riesgos, no escapan a su análisis. Miriam reconoce que su propia edición estuvo más aislada del bullicio actual, y lo importante es disfrutar del proceso. «La expectativa del público no debe recaer sobre ti», advierte, mostrándose consciente de las presiones que enfrentan los nuevos talentos. Su deseo es que cada participante se sienta en su propia burbuja, disfrutando de una experiencia única que, inevitablemente, dejara huella en sus vidas.
Así, con sonrisa y nervios a flor de piel, Miriam Rodríguez se prepara para afrontar este nuevo capítulo, en el que espera ser la guía que los concursantes necesiten y, a su vez, un espejo donde todas sus vivencias se reflejen. A medida que avanza la edición, los espectadores sin duda estarán atentos a cómo su visión y calidez transforman la experiencia de Operación Triunfo desde el estudio.
