La tarde del viernes 24 de octubre estaba marcada por una expectativa especial entre los seguidores del programa No somos nadie. La ausencia de Kiko Hernández había dejado un hueco palpable en el corazón de sus compañeros y de los espectadores, quienes no dudaron en expresar su inquietud al preguntarse cuándo volvería a aparecer en pantalla. Sin embargo, el misterio terminó cuando, a las 16:30 horas, Kiko hizo su entrada triunfal en el ‘pisito’ de Ten y Canal Quickie, para sorpresa y alegría de todos.
El reencuentro fue electrizante. La emoción se palpó en el ambiente cuando Kiko exclamó: «¿¡Qué vas a contar, Carlota!?». Las reacciones de Belén Esteban, Kiko Matamoros, Marta Riesco y Arnau Martínez no se hicieron esperar; todos se lanzaron a abrazarlo, dejando claro que su ausencia había sido profundamente sentida. Este regreso marcó su primera coincidencia en pantalla desde el cierre de Ni que fuéramos, un tiempo que se había hecho largo para todos.
Hernández, que no aparecía desde el 30 de junio en un episodio de streaming de Carlota Corredera, dedicó unas palabras antes de abordar el tema de su reciente ausencia. Con la sinceridad que lo caracteriza, expresó: «Os echo mucho de menos, a todos». Sin embargo, fue claro al señalar que su aparición este día era una visita puntual, dejando en el aire la posibilidad de un regreso más definitivo.
Mientras que muchos especulaban sobre su paradero, el colaborador también compartió una actualización sobre su vida personal. «Gracias a Dios me va muy bien en Melilla», comentó, refiriéndose a su nuevo negocio, una discoteca que ha transformado en un centro de eventos. Kiko no dudó en confrontar a sus detractores, asegurando que a pesar de los obstáculos, mantenía firme su compromiso con el medio y con sus seguidores. «Conmigo no van a poder, ni hoy, ni mañana, ni nunca», enfatizó, dejando entrever su deseo de regresar al programa en un futuro próximo.
Tras este emotivo reencuentro, Kiko también llevó la conversación hacia la nostalgia, evocando antiguas rivalidades y anécdotas de su tiempo en Tentáculos. Junto a Kiko Matamoros, se reencontró con los viejos tiempos en un plató repleto de energía y risas. La atmósfera fue tal que no se descartan futuras visitas del presentador a No somos nadie, dejando abierta la puerta a los deseos de fans y compañeros por volver a verlo más a menudo.
El regreso de Kiko Hernández no solo rompió el silencio que había rodeado su ausencia, sino que también recordó a todos lo que significa la camaradería y la conexión que se crea entre aquellos que comparten el mismo escenario, la misma pasión. Así, con un abrazo y una sonrisa, Kiko dejó claro que aunque su camino pueda haber tomado giros inesperados, el cariño de su círculo de amigos y de su audiencia siempre será un faro que lo impulse hacia adelante.








