Después de once días sin acceso a Internet, los pequeños municipios de Cantalojas y Galve de Sorbe, situados en la Sierra Norte de Guadalajara, han recuperado la conexión a la red. Este viernes se restableció el servicio, aunque sigue experimentando fallos, lo que ha generado escepticismo y preocupación entre los vecinos. No es la primera vez que enfrentan esta situación.
El 17 de marzo, ambos pueblos se quedaron sin acceso a Internet y no fue hasta este viernes que se pudo restablecer, provocando que algunos de los pocos habitantes de la zona se sientan aún más aislados en una región ya marcada por la despoblación. La importancia de Internet se hace evidente en diversas áreas de la vida cotidiana: tanto en el trabajo del secretario del Ayuntamiento y el personal administrativo, como en la realización de reservas en hostales o casas rurales, y en los hogares donde los niños utilizan tabletas y ordenadores para estudiar.
Pilar Moreno, teniente de alcalde de Cantalojas y propietaria de unos apartamentos rurales, se muestra esperanzada en que esta problemática no se repita. Sin embargo, destaca que, además de las interrupciones en Internet, las localidades también suelen enfrentarse a la falta de cobertura móvil y cortes en el suministro eléctrico.
Los residentes expresan su frustración y malestar ante la situación, señalando que no quieren ser considerados parte de la «España vacía», pero sienten que están desprovistos de servicios esenciales, lo que contribuye a una sensación de desventaja y desamparo como ciudadanos de segunda clase.