Al inicio del próximo curso en la Primera Nacional Masculina, los equipos Alarcos y Pozuelo han realizado importantes adiciones a sus respectivas plantillas con el fin de potenciar su competitividad. Alarcos ha dado la bienvenida a Enrique Cruz, un jugador notable por su versatilidad y destreza en el uno contra uno, lo cual le permite desempeñarse eficazmente en todas las posiciones de la primera línea. Este fichaje se suma a las incorporaciones previas de André Carvalho, Lautaro Echeverría, Adonys García, entre otros, así como a las renovaciones de varios jugadores y su entrenador Álvaro de Lara, fortaleciendo significativamente al equipo.
Por su parte, el Pozuelo ha fortalecido su conjunto con la llegada de Omar Mulieh, un primera línea que vuelve a la competición tras un periodo de pausa por estudios en el extranjero. Mulieh, quien anteriormente formaba parte del Balonmano Caserío, es reconocido por su envergadura, habilidades de lanzamiento y su eficacia defensiva, cualidades que lo hacen una adición valiosa para el Pozuelo. Este fichaje se complementa con las recientes adquisiciones de Brian Negrete, Enrique Chacón y Guillermo Alcázar, entre otros, así como la permanencia de jugadores clave y su entrenador, Jesús Herrero.
Estos movimientos en las plantillas de ambos equipos reflejan la intención de reforzar sus líneas y aspirar a un mejor desempeño en la próxima temporada. Con estos cambios, Alarcos y Pozuelo buscan no solo mantenerse competitivos sino también destacar en la Primera Nacional Masculina, aprovechando el talento y experiencia de sus nuevas incorporaciones. La llegada de jugadores con habilidades complementarias y el mantenimiento de figuras importantes sugiere una temporada emocionante por delante para ambos clubes.