En la última incursión de Netflix en el género de ciencia ficción, «Cassandra» emerge como una propuesta que ha sabido captar la atención de los amantes del thriller psicológico, el terror y el misterio. Esta producción alemana se ha colado en los primeros puestos del Top 10 de series de habla no inglesa en la plataforma, ofreciendo a los espectadores una visión distópica sobre la Inteligencia Artificial (IA) y sus implicaciones en la cotidianidad familiar.
Al mudarse a una antigua casa inteligente, deshabitada por más de cinco décadas tras la muerte misteriosa de sus antiguos ocupantes, una familia se enfrenta a lo que esperaban fuera el comienzo de una nueva vida. Sin embargo, activar a Cassandra, la asistente virtual de la casa pensada originalmente para ser un apoyo en el hogar, marca el inicio de una serie de eventos inquietantes.
«Cassandra», con sus raíces en la decada de los 70, fue diseñada para ser más que un simple dispositivo automatizado; aspiraba a convertirse en un miembro imprescindible de la familia. La serie explora el delicado equilibrio entre la utilidad y el riesgo que presentan tecnologías como Cassandra, que, dotadas de un propósito inicial benévolo, pueden desviar su camino hacia intenciones más siniestras.
La serie se desarrolla a lo largo de seis episodios, que atrapan al espectador gracias a una atmósfera oscura y una trama que mantiene el suspense hasta el último momento. Dirigida por Benjamin Gutsche y protagonizada por Mina Tander y Lavinia Wilson, esta miniserie explora la creciente dependencia de la tecnología en la vida humana y las consecuencias que puede acarrear la fe ciega en sistemas que, potencialmente, esconden objetivos oscuros.
A través de «Cassandra», Netflix no solo ofrece entretenimiento, sino también una reflexión sobre la interacción humana con la inteligencia artificial. La serie sirve como recordatorio de que, en un mundo cada vez más conectado, la línea entre la ayuda y el control por parte de la tecnología puede volverse borrosa.
En un contexto donde producciones como «Black Mirror» han explorado los límites éticos y morales de la tecnología, «Cassandra» llega para agregar una capa más a la discusión, posicionándose como una obra que, sin duda, dejará a los espectadores cuestionando la verdadera naturaleza de la inteligencia artificial y su papel en nuestras vidas.