La noche del partido de Champions League que enfrentaba al Atlético de Madrid con su eterno rival, el Real Madrid, en el estadio Riyadh Air Metropolitano, no solo quedará en la memoria por el resultado deportivo sino también por ser el escenario de un emotivo reencuentro entre Belén Esteban y Ana Rosa Quintana, dos personalidades muy conocidas de la televisión española, quienes compartieron momentos únicos de alegría y nostalgia.
Belén Esteban, en una conexión telefónica con el programa «Ni que fuéramos (Sálvame)», compartió con la audiencia cómo, a pesar de haber acudido al estadio para apoyar a su equipo, uno de los momentos más memorables de la noche fue encontrarse en «la misma fila» que Ana Rosa Quintana, a quien describe como una cara amiga y una antigua compañera de cadena con la que ha compartido pantalla en varias ocasiones a lo largo de los años.
El encuentro, lejos de ser incómodo o distante, se describió lleno de cariño y sorpresas. Según Esteban, el temprano gol del Atlético de Madrid les brindó el pretexto perfecto para fundirse en un abrazo, compartir emociones y ponerse al día.
«Ella estuvo supercariñosa conmigo», confesó Esteban, y siguió detallando cómo Ana Rosa se interesó por su familia y cómo ambas compartieron anécdotas y risas durante el encuentro. Además, no faltaron los comentarios sobre sus respectivas carreras televisivas, donde Esteban aplaudió el retorno de Quintana a las mañanas, área en la que, según ella, Ana Rosa nunca debió haberse ido.
Este inesperado pero feliz reencuentro demuestra la cordial relación que existe entre ambas, a pesar de los años y los cambios en sus respectivas carreras. La estrecha conexión que se forjó entre ellas, aún presente tras tantos años, es un reflejo del compañerismo que trasciende la pantalla y se consolida en los momentos personales.
Lejos de los sets de televisión, el partido de fútbol se convirtió en un puntal para rekindle antiguas amistades, demostrando que, más allá de derbis y rivalidades futbolísticas, hay lugar para encuentros llenos de calidez y afecto. Este reencuentro, circunstancialmente situado en el contexto de un partido de alta tensión, no solo quedará en la memoria de las protagonistas sino también en la de los espectadores que, a través de sus relatos, fueron partícipes de un momento tan humano y cercano.