El modo en que hemos estado lavando nuestros dientes durante generaciones ha resultado ser menos efectivo e incluso perjudicial. Este es el alarmante hallazgo revelado recientemente por un grupo de dentistas e investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, quienes publicaron sus resultados en la revista científica Odontología Actual.
Según el estudio, muchas de las técnicas de cepillado y los tipos de cepillos dentales recomendados durante décadas no solo son inadecuados para eliminar la placa bacteriana de manera efectiva, sino que pueden causar desgaste en el esmalte dental y dañar las encías. «Nos dimos cuenta de que la mayoría de las personas están utilizando cepillos de cerdas firmes y cepillándose de forma horizontal, lo cual es muy agresivo para los dientes y encías», explicó la Dra. Lucía Fernández, coautora del estudio. «El cepillado debería ser más suave, con movimientos circulares y el uso de cepillos de cerdas suaves».
El estudio también destaca la importancia de la duración y la frecuencia del cepillado dental. “Cepillarse los dientes adecuadamente debería durar al menos dos minutos y hacerse tres veces al día, especialmente después de las comidas principales”, señala Fernández. “Pasar menos tiempo no es suficiente para eliminar la placa, y hacerlo más frecuentemente de la forma incorrecta puede dañar el esmalte”.
Otro aspecto que el estudio señala es el uso del hilo dental. A pesar de las recomendaciones habituales, el equipo de investigación encontró que muchas personas no están utilizando el hilo dental correctamente, no alcanzando las áreas donde la placa y los restos de comida pueden acumularse, lo que aumenta el riesgo de caries y enfermedades periodontales. «El hilo dental debe deslizarse suavemente entre los dientes y seguir la curva de cada diente para ser efectivo», puntualiza Fernández.
Además de estas prácticas inadecuadas, el estudio critica la falta de educación en hábitos de higiene oral desde edades tempranas. «Es fundamental que desde niños aprendamos la técnica correcta de cepillado y el uso adecuado del hilo dental. La educación de padres y niños en salud dental debería ser una prioridad en las políticas de salud pública», añade el Dr. Alejandro Gómez, otro de los investigadores principales.
Ante estos hallazgos, los investigadores recomiendan a la población que revise y modifique sus prácticas de higiene bucodental. «Visitar al odontólogo regularmente para recibir orientación personalizada y ajustar las técnicas de cepillado puede marcar una gran diferencia en la salud bucal a largo plazo», concluye Gómez.
Este estudio ha abierto un debate sobre cómo se ha estado abordando la higiene dental y sobre la necesidad de actualizar y difundir nuevas recomendaciones para garantizar una práctica más efectiva y saludable. La comunidad odontológica espera que estos nuevos insights impulsen cambios significativos en la forma en que las generaciones futuras se ocupan de su higiene bucodental.