La última gala de Supervivientes All Stars estuvo marcada por la incertidumbre y la emoción, a medida que los seguidores del reality esperaban ansiosos conocer quién sería el salvado de la semana. En esta competencia, tres grandes figuras de la edición se enfrentaron a la difícil decisión del público: Miri Pérez-Cabrero, Rubén Torres y Carlos Alba.
Finalmente, Miri logró salir airosa del trance, recibiendo un 43,6% de los votos a su favor, el porcentaje más alto entre los nominados. Este apoyo, considerablemente superior al 38,6% que obtuvo el segundo candidato y muy alejado del 17,8% que vio a uno de los participantes a la puerta de la expulsión, reflejó la clara intención del público de mantener a Miri en el juego.
La exaspirante de MasterChef recibió su nominación con tristeza, ya que había vivido momentos especiales junto a su compañero Rubén durante una desafiante prueba de líder. Sin embargo, este mismo Rubén fue quien optó por nominarla, señalando su potencial como rival en la competición. Un giro emocional que provocó en Miri una mezcla de decepción y determinación.
Los seguidores de la edición han expresado su apoyo a Miri con contundencia, demostrando que la audiencia no solo está atenta a las pruebas físicas, sino también a las dinámica humanas que se desarrollan entre los concursantes. La concursante no solo ha logrado evadir la expulsión; además, se ha clasificado nuevamente para la prueba de líder, lo que la coloca en una posición privilegiada.
Visiblemente emocionada, Miri se encuentra en la recta final de la competición, donde cada decisión puede marcar la diferencia entre continuar en la isla o enfrentarse a la eliminatoria. La tensión no parece disminuir, especialmente para Rubén, quien, a pesar de haber sido un aliado, podría ser el siguiente en abandonar la aventura.
El espectáculo sigue en Supervivientes All Stars, y con cada gala, las tramas y alianzas parecen agitarse, manteniendo a la audiencia al borde del sofá, esperando ver qué sucederá en la próxima entrega.