Por eso, desde Castilla-La Mancha nos queremos sumar con todo nuestro compromiso, nuestras fuerzas y recursos a la lucha que ponga fin a la violencia machista que se ejerce sobre las mujeres por el simple hecho de serlo, lo cual es la constatación de una realidad terrible.

Hoy es más importante que nunca poner en valor los programas e infraestructuras que como sociedad hemos puesto en marcha para ayudar a las mujeres en su proceso de recuperación para iniciar una nueva vida, libre de violencia y en libertad. Porque las mujeres no están solas, porque de la violencia se puede salir y porque ese es el mensaje de esperanza que les debemos transmitir.

Y esa esperanza empieza en la Red de Recursos de Acogida de Castilla-La Mancha, una malla de 14 centros, más uno extraordinario abierto para dar respuesta al aumento de la violencia experimentado en los momentos más crudos de la crisis sanitaria, en la que trabajan 125 profesionales que se encargan de abrir esa puerta al futuro y la ilusión.

Si este grupo de profesionales, en su inmensa mayoría mujeres, realiza siempre una tarea importante, en estas circunstancias pandémicas ha sido crucial. En los momentos más críticos, han sido todo: el soporte anímico, el abrazo invisible que no se podía, que no se puede dar pero que envuelve, el aliento y la fuerza para seguir adelante.

Y no solo para las víctimas, me atrevo a decir que, para el conjunto de la sociedad castellano-manchega, porque todo lo que han hecho en esta crisis y lo que hacen a diario refuerza todo aquello en lo que creemos y que se resume en una palabra: igualdad.

Por esta razón, este 25 de noviembre de 2020 les rendimos el homenaje que se merecen a través de estas líneas y en el acto institucional de este día que conmemoramos bajo el lema #Implícate contra la violencia de género.

Este Gobierno tiene claro su compromiso para acabar con las diferentes violencias que atenazan a las mujeres y cuya peor cara es el asesinato. 41 mujeres han sido asesinadas en España en lo que va de año. A Olga, Liliana y Teresa las mataron sus parejas o ex parejas en Castilla-La Mancha; y también han sido víctimas de la violencia machista, al menos según nuestra Ley, Renée y Juliana. Y Nancy, que vivía en nuestra tierra, fue asesinada en Santander. Pero si alzamos la vista hasta 2003, primer año del que hay registros, en España se alcanza la cifra de 1.074 asesinatos de los que 46 han sido entre nosotras y nosotros.

Se trata de una realidad espeluznante ante la que no podemos y no debemos girar la vista si queremos seguir llamándonos sociedad democrática. Pero para lograrlo, necesitamos la implicación de todas las personas, porque todas y todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad en la eliminación de este profundo problema, y porque en nuestra mano está acabar con esta pandemia larvada que es la violencia de género y que socava los principios elementales de nuestra convivencia.

Por nuestra parte, nos comprometemos a seguir con el esfuerzo económico para mantener esta red de recursos que tan necesaria es; nos comprometemos a seguir impulsando las políticas de prevención de violencia de género y a seguir trabajando de la mano de las entidades sociales y en particular del movimiento feminista que es la piedra de clave que sustenta la lucha por la igualdad. Y, por supuesto, nos comprometemos a que los proyectos y medidas de recuperación de la COVID-19 estén comprometidos con la igualdad y la lucha contra la violencia de género, en la que no vamos a dar ni un paso atrás.

Emiliano García-Page
Presidente de Castilla-La Mancha

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