En un reciente decreto emanado del Despacho Oval, el presidente de los Estados Unidos ha puesto en marcha una iniciativa destinada a restaurar nombres que honran la grandeza americana. La orden, emitida con el respaldo de la Constitución y las leyes del país, subraya la importancia de promover el patrimonio extraordinario de la nación y asegurar que las futuras generaciones celebren el legado de los héroes estadounidenses.

El decreto establece la creación de un marco que permitirá la re-nominación de diversos lugares y monumentos, reflejando así la contribución de figuras visionarias en la historia estadounidense. Con énfasis en el nombramiento y renombre de tesoros nacionales, se busca que estos reconocimientos sean un tributo a la visión patriótica que ha forjado el pasado del país.

Uno de los puntos destacados en esta orden es la re-nominación del Monte McKinley, que ahora se restablecerá su nombre original en honor al 25º presidente, William McKinley. Este fue un líder que condujo a Estados Unidos a la victoria en la Guerra hispano-estadounidense, y cuya administración se vio marcada por un notable crecimiento económico y un impulso hacia la industrialización. El presidente McKinley fue asesinado en un ataque que socavó los valores americanos, y el nuevo decreto busca restaurar su legado, despojándose de la decisión del presidente Obama de renombrar el monte en 2015.

El Secretario del Interior tendrá un plazo de 30 días para llevar a cabo el restablecimiento del nombre «Monte McKinley» y actualizar los registros pertinentes para reflejar este cambio. Asimismo, el parque nacional circundante mantendrá el nombre de Parque Nacional y Reserva Denali, en un esfuerzo por honrar también la historia y cultura de los pueblos nativos de Alaska.

Otra medida significativa es la renominación del antiguo Golfo de México, que pasará a denominarse Golfo de América. Este cambio busca resaltar la importancia económica y turística de esta región, que ha sido crucial en el comercio y la pesca estadounidense, y que proporciona recursos vitales para la economía nacional. Se estipula que el Secretario del Interior realizará las acciones necesarias para formalizar esta renominación en un período también de 30 días.

El decreto también contempla la posibilidad de que el Secretario del Interior recabe opiniones del público y de entidades intergubernamentales respecto a otros patriotas que merecen reconocimiento, en el contexto de la planeada celebración del semiquincentenario de la nación.

La orden se implementará en conformidad con la ley vigente y no se interpretará como una creación de derechos que puedan ser denunciados ante ningún tribunal. Con estas acciones, la administración busca no solo reinstaurar nombres significativos, sino también fortalecer el sentido de identidad y orgullo nacional frente al legado de aquellos que contribuyeron a la grandeza de Estados Unidos.

Fuente: WhiteHouse.gov

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