En un contexto marcado por la creciente preocupación sobre la seguridad del espacio aéreo en Estados Unidos, la administración del presidente ha lanzado un nuevo esfuerzo para restaurar la soberanía del espacio aéreo nacional. Este movimiento se produce en medio de un aumento de amenazas relacionadas con los sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS), comúnmente conocidos como drones, que se han utilizado de manera ilícita por grupos criminales y potenciales actores hostiles.
En un reciente decreto, el presidente delineó las inquietudes sobre el uso indebido de estas tecnologías. Los drones han sido instrumentalizados por carteles de drogas para contrabandear sustancias ilegales, como el fentanilo, poner en riesgo a la policía mediante vigilancia y realizar incursiones en infraestructuras críticas, que incluyen tanto instalaciones militares como eventos de gran escala. Las autoridades advierten que la intervención es urgente para salvaguardar la seguridad pública y proteger la infraestructura esencial del país.
El decreto establece la creación de un «Grupo de Trabajo para Restaurar la Soberanía del Espacio Aéreo Americano», presidido por el Asistente del Presidente para Asuntos de Seguridad Nacional. Este grupo tendrá la encomienda de revisar los marcos operativos y regulatorios existentes y de formular propuestas para mitigar las amenazas que representan los drones. Las acciones derivadas del decreto incluirán iniciativas que busquen reforzar el control del espacio aéreo nacional y garantizar su seguridad.
El documento también precisa los pasos que la Administración Federal de Aviación (FAA) deberá seguir para mejorar la regulación de las aeronaves no tripuladas. Se requiere que la FAA envíe un aviso de propuesta de normativa para restringir los vuelos de drones sobre instalaciones fijas y establezca, en colaboración con agencias de seguridad nacional, evaluaciones para proteger la seguridad interna y la integridad de las operaciones militares.
Asimismo, el decreto facilita la integración de tecnologías para la detección, seguimiento e identificación de drones, permitiendo que las agencias gubernamentales utilicen equipos para enfrentar las amenazas aéreas. Dentro de un plazo de 90 días se espera que el Secretario de Seguridad Nacional y el Fiscal General presenten recomendaciones sobre la designación de instalaciones críticas como «cubiertas» para reforzar su protección.
El esfuerzo también contempla la creación de un Centro Nacional de Capacitación para Sistemas Aéreos No Tripulados, orientado a desarrollar capacidades de respuesta ante amenazas relacionadas con drones, especialmente en eventos masivos como la Copa Mundial de la FIFA 2026 y los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles.
Con esta iniciativa, la Administración busca no solo abordar las preocupaciones inmediatas sobre la seguridad del espacio aéreo, sino también marcar un camino hacia un liderazgo renovado en la innovación global, combinando la protección de la soberanía nacional con el fomento de la seguridad pública ante la rápida evolución de la tecnología drone.
Fuente: WhiteHouse.gov