En un marcado incremento de la participación ciudadana, las elecciones presidenciales de Polonia vieron un notable flujo de votantes este domingo, alcanzando el 50,69% en horas de la tarde, superando así las cifras de la primera vuelta de 2020, que para la misma hora registraban un 47,89%. Este aumento se evidenció a pesar de un comienzo lento, pues al mediodía, la participación apenas había tocado el 20,28%, inferior al 24,08% observado cinco años atrás. Estos datos marcan la última actualización ofrecida por la Comisión Electoral Nacional previo al cierre de las urnas a las 19.00 GMT en el corazón de Europa.
La jornada electoral transcurrió en calma general, aunque no estuvo exenta de incidentes, con la Policía reportando un total de 202 violaciones al silencio electoral desde el inicio de las votaciones la noche del viernes. Entre estos contratiempos se contaron intentos de sustraer papeletas de voto, la presencia de personas en estado de ebriedad en los locales de votación, daños a la propaganda de los candidatos y agitaciones vía internet, incluyendo un asalto a un miembro de una comisión electoral.
El escenario político en estas elecciones ha sido tenso, predominando la disputa entre la coalición gubernamental liderada por el Primer Ministro Donald Tusk, con un perfil liberal y proeuropeo, frente al partido ultraconservador y nacionalista Ley y Justicia (PiS). La batalla por la presidencia ha estado particularmente marcada por el enfrentamiento entre Rafał Trzaskowski, el candidato promovido por Tusk y actual alcalde de Varsovia, y el historiador nacionalista Karol Nawrocki, un independiente apoyado por el PiS.
Ambos candidatos, acompañados por sus familias, ejercieron su derecho al voto poco después del medio día. Trzaskowski, de 53 años, quien lideró las encuestas con un promedio del 31,4%, representa a la Coalición Cívica y busca promover las reformas progresistas del gobierno. Por otro lado, Nawrocki, de 41 años, quien obtuvo un promedio del 25,6% en los sondeos, tiene el respaldo del presidente saliente, Andrzej Duda, y comparte afinidades ideológicas con el presidente estadounidense Donald Trump, a quien incluso visitó en Washington justo antes de las elecciones.
Con la expectativa de que si ningún candidato supera el 50% de los votos será necesaria una segunda vuelta el próximo 1 de junio, Polonia vive momentos de definición en su escenario político, anticipando posibles cambios o continuidades en el rumbo del país.