En un conmovedor acto que ha abierto las puertas del Salón de Actos de la Diputación de Albacete, se ha rendido homenaje a 15 auxiliares del Consorcio de Servicios Sociales (CSS) que este año ponen fin a su etapa laboral con la jubilación. La celebración, que se ha convertido en una tradición, destaca el incalculable aporte de estas profesionales al bienestar social de la provincia.
La Diputación de Albacete, encabezada por el diputado de Sanidad y vicepresidente del CSS, Francisco García, ha agradecido y reconocido a estos pilares fundamentales del Estado del Bienestar «con un gracias en mayúscula y negrita», reconociendo su empatía, compromiso y vocación.
En su discurso, García resaltó que más de 600 auxiliares (477 en plantilla y 130 como sustitutas) constituyen uno de los pilares fundamentales del Estado del Bienestar en la provincia de Albacete, haciendo hincapié en la humanidad y proximidad que estas profesionales, mayoritariamente mujeres, han llevado a cada hogar. El diputado también destacó el éxito del proyecto que cumple 35 años, en colaboración con el Gobierno regional y los ayuntamientos, expandiéndose más allá de la ayuda a personas mayores, dependientes o vulnerables.
Los impactantes números hablan por sí solos: más de 517.000 horas de servicio en apoyo a domicilio, y el alcance a 830 personas a través del Servicio de Comidas a Domicilio, evidencian el apoyo incondicional a la comunidad. Además, García destacó el compromiso del gobierno de Santi Cabañero con el Consorcio, reflejado en el aumento del presupuesto de 2.5 millones de euros en 2015 a 4.35 millones en 2023.
La Diputación de Albacete ha sido reconocida como la única en contribuir de esta manera al sostenimiento de un recurso como este, considerado por el presidente de la institución como «la joya de la corona». García también declaró que el CSS es un instrumento esencial para el desarrollo rural y el desafío demográfico, proporcionando empleo de calidad a las mujeres y promoviendo la permanencia de la población en el entorno rural.
La jornada emotiva culminó con una comida de hermandad y la entrega de placas a las homenajeadas, que incluían a María Carmen Bautista, Ana Belén Gosálvez García, y otras trece auxiliares que han dedicado su vida laboral al servicio y cuidado de los otros. García afirmó que, aunque no siempre es posible curar, siempre es posible cuidar, enfatizando la dedicación del corazón y el alma para que los recursos lleguen a la población.
