Recomendaciones para la quema de restos vegetales en Castilla-La Mancha
Ciudad Real, 3 de noviembre de 2024.- Coincidiendo con las épocas de peligro bajo y medio de incendios -del 1 de octubre al 31 de mayo-, el Gobierno de Castilla-La Mancha ofrece una serie de recomendaciones técnicas que hay que tener en cuenta a la hora de llevar a cabo la quema de restos vegetales en terreno urbano.
En este sentido, el delegado de Desarrollo Sostenible en Ciudad Real, Casto Sánchez, ha recordado que desde la dirección del Centro Operativo Provincial de lucha contra incendios forestales se han elaborado unas pautas de carácter preventivo. Entre ellas, se encuentran medidas como no quemar en condiciones de viento moderado o fuerte que superen los 15 km/h, apagar la quema si las condiciones meteorológicas empeoran, y evitar que el humo afecte a carreteras u otras infraestructuras.
Es importante asegurar la discontinuidad de los restos vegetales a quemar con otros combustibles vegetales mediante una faja de anchura suficiente libre de elementos combustibles. También se recomienda situar los restos a quemar lo más alejados posible de la zona forestal y controlar permanentemente la quema para evitar cualquier propagación fuera de los montones.
Además, es esencial disponer de personal y medios materiales suficientes para controlar la quema y sofocar cualquier posible incendio. En caso de que la quema se escape, se debe llamar inmediatamente al teléfono de emergencias 112.
Las personas que realicen quemas de restos vegetales deben verificar que el Índice de Propagación Potencial de Incendios Forestales (IPP) para el término municipal donde se pretenda realizar la quema esté en el nivel muy alto o extremo. Durante las épocas de peligro alto y extremo, que van desde el 1 de junio al 30 de septiembre, está prohibido el uso del fuego con carácter general en el medio natural.
Por último, es importante no iniciar la quema antes de las dos horas previas a la salida del sol y asegurarse de apagarla completamente antes de ciertas horas dependiendo del nivel de IPP. Se debe vigilar y controlar permanentemente la quema, permaneciendo en el lugar hasta que no haya llama, humo o rescoldos incandescentes.