Reabre el refugio antiaéreo de Calderón de la Barca en Cuenca con holograma e información sobre sus artífices

El refugio antiaéreo de Calderón de la Barca en Cuenca reabre con un holograma e información sobre sus artífices

El refugio antiaéreo ubicado en la calle Calderón de la Barca, en Cuenca, ha reabierto recientemente sus puertas al público como un nuevo recurso turístico. Esta reapertura se produce después de una exhaustiva remodelación que ha modernizado los contenidos del lugar. Una de las principales novedades es la instalación de un holograma que ofrece una experiencia inmersiva sobre el uso de estos túneles durante la Guerra Civil Española, tal y como ha explicado el alcalde de Cuenca, Darío Dolz.

El Ayuntamiento de la ciudad ha invertido 25.000 euros, provenientes del Plan de Sostenibilidad Turística, en esta renovación, que incluye mejoras en la actualización sonora y en los paneles informativos. Dolz ha anunciado un periodo de visita gratuito hasta el viernes, mediante inscripción en la página web del Ayuntamiento, después del cual se establecerá un precio de 5 euros para la entrada general y 3,5 euros para colectivos con descuentos. Las visitas se programan a las 11:00, 12:00 y 13:00 horas por la mañana, y a las 17:00 y 18:00 horas por la tarde.

Actualmente, el refugio antiaéreo de Calderón de la Barca y el situado en la calle Alfonso VIII están abiertos al público. Además, el Ayuntamiento tiene planes para expandir los recursos turísticos dentro de lo que se conoce como la Cuenca Subterránea. Este proyecto está respaldado por los arqueólogos Michel Muñoz y Santiago Domínguez, quienes han estado trabajando en la investigación desde 2009 y han asesorado la renovación del refugio.

Domínguez ha comentado que la actualización de contenidos permitirá que aquellos que ya han visitado el refugio lo hagan de nuevo, ya que estos cambios enriquecen la experiencia. Entre las actualizaciones se incluyen los planos originales de los refugios de Cuenca y un mayor reconocimiento a los tres técnicos de la Junta de Defensas Pasivas Antiaéreas que diseñaron estas estructuras.

Se han producido también nuevos vídeos que documentan los bombardeos sufridos por Cuenca durante la contienda, y el holograma presenta a un personaje ficticio llamado Vicente Moya, un campesino de Villar de Olalla que narra su experiencia durante la guerra, contribuyendo así a un relato histórico más dinámico y accesible para los visitantes.

Respecto a las características técnicas del refugio, el diseño original contemplaba una longitud de 800 metros, aunque finalmente solo se construyeron alrededor de 100 metros. La capacidad estimada del refugio era para 5.000 personas, aunque, según Domínguez, esto es relativo, ya que en situaciones de emergencia no siempre se tenía control sobre la admisión.

Por último, Muñoz ha subrayado la singularidad de estos refugios en el contexto de la Guerra Civil, destacando la intervención del arquitecto Fernando Alcántara, quien infundió una sensibilidad artística a estas infraestructuras militares, como se puede apreciar en la estructura del frontón de entrada. La concejal de Turismo del Ayuntamiento ha adelantado que durante los meses de febrero y marzo se presentarán nuevas iniciativas relacionadas con los recursos turísticos de la ciudad, lo que refleja un esfuerzo continuo por combinar la investigación histórica con la oferta cultural.

Scroll al inicio