La noche del pasado jueves en Televisión Española se convirtió en un festín de risas y sorpresas. El programa La revuelta, conducido por David Broncano, cerró la semana con la participación del humorista Raúl Cimas, una figura conocida y querida por los telespectadores. Su visita se enmarcó en la promoción de la segunda temporada de su serie Poquita fe, pero las risas y el buen humor fueron protagonistas indiscutibles.
Cimas, en su intervención, abordó su nuevo rol en Ilustres ignorantes, un humorístico clásico de la televisión, donde sustituye a Javier Cansado, quien se encuentra ausente temporalmente por motivos de salud. «Javier es muy bueno y, con la que tenía encima, le preocupaba dejar colgado al programa y habló conmigo. Eso dice mucho de lo bueno que es», comentó con respeto y admiración, dejando ver la camaradería que existe entre ellos.
Las observaciones chispeantes de Broncano acerca de las numerosas temporadas que lleva al aire el programa de Movistar Plus+ llevaron a Cimas a una comparación con el exitoso El hormiguero, presentando un hilarante comentario sobre el presentador de este último. «También hay otro programa decano de la comedia, presentado por uno con el pelo raro…» bromeó, recordando un monólogo que había realizado anteriormente sobre el conocido programa.
La presencia de Cimas también sirvió para tocar un tema candente: el horario de Futuro imperfecto, el espacio que presenta junto a Andreu Buenafuente en TVE. Con un tono distendido, sugirió que su compañero podría hacer un ajuste en su horario para facilitar un mejor desempeño del programa. «Vete a Telecinco, ahí hay ‘ambientazo’ ahora», animó, desatando risas en el público y dejando volar la imaginación sobre una posible «competencia» en la televisión.
Sin embargo, el humor también se entrelaza con una realidad que los datos de audiencia no mienten. La revuelta ha enfrentado desafíos en sus cifras, sobre todo en comparación con El hormiguero, que ha recuperado el liderazgo en la franja horaria. Broncano, que había hecho un debut impresionante en la cadena pública, vio cómo sus cifras crecieron inicialmente, pero desde principios de este año, la balanza se ha inclinado nuevamente hacia el programa de Pablo Motos.
En este escenario de juegos verbales y humor, Cimas y Broncano no solo brindaron un espectáculo entretenido, sino que también abrieron un espacio para reflexionar sobre la camaradería, el humor y la lucha constante por destacar en un panorama televisivo complejo. Las risas fueron el hilo conductor de una noche que, indudablemente, dejó a los televidentes con ganas de más.