En las puertas del Ayuntamiento se congregaron cientos de dolientes, de riguroso luto, la mayor parte de ellos con máscaras que lloraban la muerte de Doña Sardina mientras la portaban en andas al compás de las notas musicales de la Charanga “Agua del Pozo”.
La sardina, que fue elaborada en madera por un carpintero local, fue decorada por el profesor de la Escuela Municipal de Pintura, Franz Campoy y hacia referencias a distintos cuadros de reconocidos artistas.
Desde la Plaza de la Constitución partieron por las calles más céntricas de la localidad hasta el recinto ferial donde se prendió fuego en una gran hoguera con la mirada atenta de quintanareños y quintanareñas que se acercaron para disfrutar también la gran sardinada que se preparaba desde el Ayuntamiento y que se repartía entre los asistentes junto a una deliciosa sangría.
En total se prepararon 150 kilos de sardinas que fueron asadas por los trabajadores municipales en lumbre en grandes parrillas y luego repartidas por la Comisión de Festejos. Una manera original de ahogar las penas y disfrutar de una noche carnavalera distinta.
Señalar también que, aunque en la mayoría de los municipios el entierro de la sardina marca la finalización del Carnaval, en Quintanar de la Orden todavía quedan actos como el Gran Desfile de Carrozas y Comparsas, a celebrarse el Domingo de Piñata con color y alegría.