En Puertollano, la ciudad reconoció y rindió homenaje a las figuras fundamentales dentro de la tradición minera: las mujeres mineras. Coincidiendo con el día de Santa Bárbara, protectora de los mineros, la comunidad se reunió para celebrar el 40 aniversario del Monumento al Minero, una emblemática obra escultórica realizada por José Noja que hace cuarenta años se erigió como testimonio del sacrificio de los trabajadores del subsuelo.
Frente al monumento, se desplegó un acto lleno de simbolismo y memoria. «Cuando Dios quiera, canta y sufre bajito mujer minera», recitan los versos de Marciano Sánchez ahora inscritos a los pies del monumento, enalteciendo la resiliencia de las mujeres que esperaban en un duelo silencioso el retorno de sus seres queridos.
La atmósfera del evento estuvo marcada por la música, comenzando con el trueno de la pólvora y continuando con la interpretación de «Soy Minero» por Pako Navarrete, rescatando el orgullo minero ligado a la ciudad desde que Antonio Molina la hiciera famosa. La tradición se entrelazó con la ofrenda floral que incluyó la participación del alcalde, Miguel Ángel Ruiz, concejales y representantes de empresas y asociaciones locales, quienes rindieron tributo al «gran minero» de Puertollano.
El alcalde tomó la palabra para destacar la importancia de los alcaldes democráticos de los últimos cuarenta años y rendir especial reconocimiento a las mujeres mineras que con fortaleza y sacrificio forjaron el carácter robusto de la ciudad. En un emotivo momento, junto a Marciano Sánchez, autor del poema, rememoró la esperanza que llevó a las mujeres de Puertollano a esperar cada mañana el reencuentro con sus familiares mineros.
Se leyó el poema «Mujer minera», una muestra nostálgica de las ánimas mineras y del sufrimiento soportado por la comunidad. La celebración también incluyó un momento de oración dirigido por el párroco Pedro Crespo, en memoria de aquellos que perdieron la vida en las minas.
El evento tuvo representación de estudiantes del centro Aspades-La Laguna, quienes evidenciaron la importancia de recordar el pasado para comprender el presente, así como forjar un futuro prometedor para la ciudad. Observando la transformación actual de Puertollano hacia una industria más sostenible, el alcalde subrayó la necesidad de un esfuerzo colectivo para seguir construyendo el progreso.
El homenaje culminó un fin de semana cultural que incluyó festivales flamencos y de folklore, todos destinados a honrar el legado minero. Al acto asistieron no solo la Corporación Municipal, sino también exalcaldes, empleados de empresas, colectivos y ciudadanos, todos unidos para no olvidar el duro trabajo de los mineros y la incansable espera de las mujeres que dejaron una huella indeleble en el espíritu de Puertollano.
La entrada que recapitula este emotivo homenaje destaca que Puertollano no sólo ha creado un presente industrial gracias a la minería, sino que ha forjado un espíritu resiliente que le permite superar adversidades y mirar adelante con esperanza y determinación. Este evento se publicó originalmente en la página oficial del Ayuntamiento de Puertollano y ratifica el compromiso de la ciudad con su historia y su gente.
