Un camino difícil para Yeray Álvarez
Yeray Álvarez, defensor del Athletic, enfrenta un periodo complicado tras el reciente doping positivo que resultó en una sanción de 10 meses. Consciente de la importancia de mantenerse en forma, el futbolista ha decidido unirse a los entrenamientos del CD Derio, dirigido por el exjugador Iker Muniain. Sin embargo, algunos expertos advierten que esta decisión podría estar rompiendo las condiciones de su sanción, ya que la Agencia Española de Dopaje prohíbe que deportistas sancionados se entrenen con equipos federados antes de cumplir las tres cuartas partes de la pena. Esto podría acarrear nuevas consecuencias tanto para Álvarez como para el club que le permite entrenar.
El futuro en el aire
El regreso de Yeray al campo de juego está programado para el 2 de febrero de 2026, cuando podrá reincorporarse al equipo, aunque no podrá competir hasta el 2 de abril. Su esperado debut podría ser el 5 de abril ante el Getafe, aunque su futuro dependerá de que no se compruebe alguna infracción de la sanción impuesta. En caso contrario, existe la posibilidad de que su condena se amplíe por dos años, aumentando la carga económica sobre el club.
Un error humano con graves consecuencias
La situación de Yeray se vuelve aún más compleja al conocer el contexto de su doping. Tras combatir un cáncer testicular en 2017, el jugador optó por un tratamiento para la alopecia. Sin embargo, al no tener acceso a su medicación habitual, tomó una sustancia de su esposa que resultó ser canrenona, prohibida en los controles antidopaje de la UEFA. Aunque la organización reconoció el error humano, esto no ha evitado la severa sanción. A través de un comunicado, Álvarez expresó su consternación, afirmando que nunca consumió intencionadamente sustancias prohibidas y que, durante su sanción, decidió no recibir su salario como una medida de responsabilidad.
