El Servicio de Neumología de la Gerencia de Alcázar de San Juan, del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ha llevado a cabo un estudio para evaluar la relación entre los hábitos de sueño y el uso de nuevas tecnologías en estudiantes de ciclos formativos. El objetivo de esta investigación ha sido analizar los efectos del aumento del uso de dispositivos de tecnología de la información y la comunicación (TIC) en la calidad del sueño de los jóvenes. El estudio se ha llevado a cabo con la colaboración de enfermeras y médicos de la Gerencia de Alcázar de San Juan y el IES ‘Juan Bosco’, y ha sido publicado en la Revista Española de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.
La investigación se ha realizado con la participación de 286 estudiantes de un Instituto de Educación Secundaria de Alcázar de San Juan, con una edad media de 22 años. Se ha evaluado su calidad de sueño mediante el índice Pittsburgh, que mide diferentes variables relacionadas con el sueño en función de las cuales se ha obtenido un resultado que indica una buena o mala calidad del sueño. Los resultados del estudio han revelado que más de la mitad de los estudiantes (51,7%) presentan una mala calidad del sueño, siendo esta más frecuente en mujeres (63,6%) que en hombres.
El estudio ha identificado tres factores principales que tienen una influencia negativa en la calidad del sueño de los estudiantes: el uso del teléfono móvil cuando están acostados y sin luz, el uso del móvil en mitad de la noche y el consumo de tabaco y alcohol. Los investigadores han concluido que estos malos hábitos pueden duplicar el riesgo de tener un mal descanso. Por otro lado, han observado que realizar deporte o mantener una actividad física adecuada (dos o tres veces por semana) es un factor que mejora notablemente la calidad del sueño.
En cuanto al uso de las TIC, el estudio ha demostrado que los jóvenes utilizan el teléfono móvil mucho más de lo recomendado, con una media de más de 40 horas semanales, y que el 93,7% de los encuestados usan el móvil antes de acostarse, el 75% lo utilizan ya en la cama y sin luz y el 28,7% lo hacen si se despiertan en mitad de la noche. En este sentido, los autores del estudio sugieren que es necesario desarrollar campañas educativas para fomentar el uso responsable de estas tecnologías y motivar a las familias a fomentar estilos de vida saludables, practicando actividades deportivas y controlando el uso de los medios tecnológicos.