La portavoz del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Ana Isabel Abengózar, lanzó duras críticas contra el Partido Popular (PP) castellanomanchego en su última intervención ante los medios. Abengózar describió la actitud del PP como un despliegue de «maldad» por sugerir que el caso Koldo «arrincona al Gobierno de Castilla-La Mancha», asegurando enfáticamente que «no hay nada» en estas insinuaciones.
Abengózar respondió en una rueda de prensa a los comentarios de Tania Andicoberry, secretaria de la Mesa de las Cortes y diputada autonómica del PP, quien había lamentado que las propuestas de su partido fueran rechazadas, particularmente la que involucra una explicación por parte del consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, sobre la mencionada «trama Koldo». La portavoz del PSOE calificó de «indecentes» las incriminaciones y se mostró indignada por lo que considera actos de desesperación por parte del PP.
Asimismo, Abengózar reprochó que el PP aún no ha condenado la conducta de Andrés Gómez Gordo, colaborador cercano de la ex presidenta regional del PP, María Dolores de Cospedal, para quien la Fiscalía Anticorrupción solicita una pena de prisión de 15 años por su supuesta implicación en la ‘operación Kitchen’.
Además, la política aprovechó la atención mediática para denunciar los seis recientes asesinatos por violencia de género en el país y Castilla-La Mancha, acusando al portavoz de Vox en las Cortes, Iván Sánchez, de tratar de minimizar la gravedad de la violencia de género, lo que a su juicio contribuye al incremento de tales eventos trágicos. Según Abengózar, los discursos de Vox son peligrosos en cuanto atenúan la naturaleza del maltrato hacia las mujeres.
La portavoz también instó al PP a romper alianzas federativas con cualquier parte que «blanquee la violencia de género», y expresó que dicha acción representaría un verdadero avance en la lucha contra este flagelo social.
En otro orden de ideas, al ser interrogada sobre los resultados de las elecciones en Francia, Abengózar expresó su inquietud ante el crecimiento de la extrema derecha en el país vecino, liderada por Marine Le Pen, instando a la unidad contra la radicalidad política. Mostró su esperanza de que en el desenlace de las elecciones, Francia se incline hacia el rechazo de los extremismos.