El PSOE de Castilla-La Mancha ha calificado de «injusto» el reciente trasvase del Tajo al Segura, que asciende a 81 hectómetros cúbicos y que fue aprobado esta semana. Durante una rueda de prensa, el secretario de Organización del PSOE, Sergio Gutiérrez, expresó su desacuerdo con esta decisión, argumentando que el problema radica en que se está llevando a cabo bajo las reglas de explotación del anterior plan hidrológico.
Gutiérrez subrayó que este trasvase se considera excesivo y que no debería ocurrir si ya estuvieran vigentes las nuevas reglas de explotación, que se ajustan al plan de cuenca aprobado por el Gobierno de España con el respaldo de Castilla-La Mancha hace poco más de un año. Por ello, el líder socialista exigió que estos trasvases sean los últimos que se realicen bajo las directrices que, según su criterio, acordó la ex presidenta María Dolores de Cospedal con el expresidente Mariano Rajoy. Gutiérrez insistió en que no se debe encontrar excusas para demorar la implementación de las nuevas reglas y afirmó que, si se aplicaran estas nuevas normativas, el reciente trasvase habría sido «infinitamente inferior».
En respuesta a la polémica, la secretaria general del PP, Carolina Agudo, también se pronunció sobre el tema. En rueda de prensa, acusó al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, de ser «el presidente más trasvasista de la historia» de la región. Agudo instó a García-Page a abandonar esta etiqueta y a cumplir con el pacto por el agua que se firmó hace cinco años, del cual, según ella, no se ha ejecutado ninguna medida.
La tensión entre ambos partidos se intensifica en un contexto en el que la gestión del agua y los trasvases son puntos críticos en la política regional, generando un debate significativo en torno a la sostenibilidad y las necesidades hídricas de las distintas regiones.
