La Asociación Pueblos Vivos Cuenca ha expresado satisfacción después de que el proyecto de la macrogranja porcina propuesto para Ledaña se viera obligado a someterse a una evaluación ambiental ordinaria. El cambio de requerimiento se da tras informes desfavorables que han reconocido el potencial de impacto ambiental significativo, así como la interacción con los impactos de otras iniciativas previas en la región. La Delegación de Desarrollo Sostenible en Cuenca, al emitir la resolución el pasado 5 del mes en curso publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), subraya la exigencia de una Evaluación Ambiental Ordinaria, en detrimento de la Evaluación Simplificada que promovía la empresa Sofcar de Ganados S.L. con la intención de acelerar el proceso y reducir los requerimientos documentales.
La asociación evidencia su preocupación al señalar que este proyecto se sumaría a otra instalación existente en Ledaña, la cual fue ampliada significativamente en 2021, permitiendo una capacidad total de 7.200 cerdos. Se menciona además el vínculo de los administradores de esta futura macrogranja con el Grupo Sanchiz, conocido en la Comunitat Valenciana por su relación con múltiples macrogranjas y plantas de biogás.
Pueblos Vivos Cuenca resalta la designación de la zona de Ledaña como vulnerable a nitratos por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y rememora una advertencia emitida en 2011 por el Instituto Geológico y Minero sobre los riesgos que la ganadería industrial representa para la calidad del agua. A pesar de tales advertencias y riesgos, la ampliación de la macrogranja existente fue aprobada.
La asociación ha hecho un llamado de atención a la desproporción de la presencia porcina respecto a la población humana, anticipando un ratio de seis cerdos por habitante en caso de concretarse este nuevo proyecto. Asimismo, manifiestan incomprensión por la aprobación de proyectos de ganadería industrial en áreas vulnerables y en oposición a los deseos de los gobiernos locales. Recuerdan que ya existen precedentes de anulaciones judiciales de autorizaciones ambientales por no tomar en cuenta el impacto acumulado de otras macrogranjas en la región. Ejemplifican con el caso de la macrogranja de Hermanos Mata de Huerta S.L. en Huerta de la Obispalía, donde la autorización ambiental otorgada fue revocada tras una apelación exitosa del Ayuntamiento de Torrejoncillo del Rey, aunque tanto la Junta de Comunidades como los propietarios de la instalación han recurrido la sentencia.
Finalmente, la Asociación Pueblos Vivos Cuenca critica la postura de la Junta de Comunidades, acusándola de privilegiar los intereses empresariales sobre la calidad de vida y la salud de los residentes y las comunidades afectadas por la industria ganadera.