Más de un mes después de las elecciones en Venezuela, la tensión política no muestra signos de disminuir. Con miles de detenciones y un escenario político altamente polarizado, la oposición venezolana continúa su lucha a pesar de las adversidades. Maria Corina Machado, una de las principales figuras de la oposición, ha reiterado su compromiso de seguir luchando contra el régimen de Nicolás Maduro, quien se mantiene en el poder. En una reciente conferencia de prensa con medios españoles, Machado ha solicitado a España un papel más protagónico en el reconocimiento de Edmundo González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela, siguiendo el ejemplo de otros países latinoamericanos.
Esta solicitud llega tras la validación de los resultados electorales por parte del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ), que ha confirmó a Nicolás Maduro como presidente, agravando la ya crítica situación política del país. Además, la reciente designación de Diosdado Cabello, figura prominente del chavismo, como nuevo ministro encargado de la Seguridad Ciudadana, y la continua persecución legal contra González Urrutia, han añadido más presión sobre la oposición. Según relata Machado, esta hostilidad se ha manifestado en detenciones arbitrarias y allanamientos, incluso en la residencia de González Urrutia, aunque tanto él como Machado se encuentran en lugares seguros.
A pesar del clima de represión, Machado asegura que aún existe espacio para la negociación con el gobierno, revelando que ha habido acercamientos por parte de miembros del chavismo interesados en una transición pacífica. Este fin de semana, se espera una declaración que podría marcar un punto de inflexión en la oposición contra el chavismo.
En el plano estratégico, Machado insiste en que ya no es viable pedir al régimen la presentación de las actas electorales, considerando este enfoque como un camino cerrado. En cambio, promueve la necesidad de reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo para presionar a Maduro hacia una negociación con garantías. Machado defiende que la elección ganada bajo el sistema establecido por el régimen provee de legitimidad a la oposición, a diferencia de situaciones previas como la de Juan Guaidó, quien asumió un rol de «presidente encargado» sin tener un claro mandato electoral.
La estrategia de la oposición también se extiende al ámbito internacional, donde Machado aboga por incrementar el costo de la represión y de la permanencia de Maduro en el poder, esperando que el deterioro de su posición negocial lo empuje hacia una transición antes de la fecha límite del 10 de enero. El apoyo de España y otros países europeos es visto como crucial en este proceso.
Finalmente, Machado se muestra optimista respecto a la posibilidad de cambio, argumentando que la oposición posee evidencia irrefutable de su victoria electoral y que, a pesar de los riesgos y la incertidumbre temporal del proceso, la transición es inevitable. Venezuela, según Machado, ya ha cruzado un punto de no retorno hacia un futuro sin el régimen actual.
