Cientos de agricultores de la provincia de Ciudad Real han saturado las arterias de la capital con sus tractores en una muestra de descontento frente a la delicada situación que enfrenta el sector agropecuario. Siguiendo la convocatoria de organizaciones como Asaja, UPA, COAG y Cooperativas Agro-alimentarias, los manifestantes han clamado por un plan de choque abarcador en los ámbitos europeo, nacional y autonómico.
La protesta dio inicio pasadas las 11.00 horas en la Puerta de Toledo de Ciudad Real, donde un notable contingente policial acompañó a los cerca de 200 tractores que enlentecieron el tráfico en su ruta hacia la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Allí, los manifestantes vertieron más de 25.000 litros de vino francés mal fermentado, simbolizando el descontento con las políticas que les afectan.
Concluido el acto en la Confederación Hidrográfica del Guadiana, la movilización continuó por las calles de la ciudad hasta finalizar en la Subdelegación del Gobierno de la provincia, donde los líderes de las organizaciones agrarias dirigieron un mensaje a los asistentes. El discurso se enfocó en la demanda de una reducción de la complejidad burocrática que pesa sobre los agricultores y ganaderos, la reforma de la Política Agraria Común (PAC) para que refleje fielmente la realidad del sector, y una Ley de la Cadena Alimentaria que prohíba eficazmente las prácticas desleales y asegure precios justos que cubran los costos de producción.
La manifestación se desarrolló mayormente en calma, a excepción de un incidente puntual en la calle Alarcos, donde la Policía Nacional tuvo que intervenir para evitar que un tractor se desviara hacia el centro de la ciudad. La Unidad de Intervención Policial (UIP) trabajó para garantizar que la protesta no afectara la entrada a la Subdelegación del Gobierno y se mantuviera en las vías perimetrales.
El presidente nacional de Asaja, Pedro Barato, expresó en una intervención ante los medios, su petición a las instituciones europeas de respetar y tomar en serio las necesidades del sector, criticando la implementación de normativas complicadas y poco prácticas, como el Cuaderno de Campo Digital, en áreas rurales que sufren de escasez de cobertura móvil. Además, Barato señaló la falta de un presupuesto adecuado para la realización de infraestructuras hidráulicas esenciales y exigió la redistribución de recursos hídricos desde regiones con superávit a aquellas con déficit de agua.
Por parte de UPA, Julián Morcillo, hizo un llamamiento a obtener respuestas concretas de las administraciones a todos los niveles y criticó la politización del malestar del sector por algunos partidos. Igualmente, Julio Bacete, vicepresidente de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, enfatizó la necesidad de valorar las reservas acuíferas subterráneas para su uso y defendió la gestión responsable que los agricultores hacen del agua para garantizar la producción de alimentos de calidad a precios accesibles.
