En una singular ordenanza que parece desafiar el curso natural de la vida, existe un lugar en Europa donde es ilegal morir. Esta extraordinaria medida se encuentra en la remota región de Noruega, y el motivo detrás de esta peculiar prohibición es el permafrost, un suelo permanentemente congelado que impide la adecuada descomposición de los cuerpos y con ello, la realización de entierros tradicionales.
Mientras tanto, una ciudadana española comparte su experiencia personal tras haber decidido emigrar a Noruega en busca de mejores oportunidades laborales. A pesar de los atractivos que el país ofrece, como salarios que pueden alcanzar hasta los 6.000 euros en trabajos que valoran el dominio del español, la expatriada confiesa que «nunca me he sentido tan aislada». Este sentimiento de aislamiento destaca una cara menos visible de la vida en Noruega, especialmente durante la noche polar que sumerge a ciertas regiones en la oscuridad durante dos meses.
Noruega es célebre por su impresionante calidad de vida, con un sistema de bienestar social que promueve la atención médica universal, educación gratuita y una excelente conciliación entre la vida laboral y familiar. Además, su economía estable junto con un entorno natural asombroso, desde los fiordos hasta las auroras boreales, convierten a este país escandinavo en un destino apetecible para muchos.
Para los ciudadanos de la Unión Europea, radicarse en Noruega es un procedimiento bastante sencillo, ya que no necesitan visa para trabajar en el país, solo deben registrarse en el Servicio de Extranjería durante los primeros tres meses de su estancia. En el ámbito laboral, hablar español es un activo valioso en sectores como la atención al cliente, el turismo y las ventas, donde las empresas buscan personal bilingüe para expandirse en mercados internacionales. Plataformas como EURES, Talent y Finn son recursos útiles para quienes buscan empleo.
Sin embargo, pese a las oportunidades y la calidad de vida que promete Noruega, es importante tener en cuenta los desafíos, como el clima ártico y el potencial aislamiento social, especialmente para aquellos acostumbrados a entornos más cálidos y sociables. El testimonio de la española residente en Noruega refleja la importancia de la preparación y adaptación a este singular modo de vida, enfatizando que, sin organización y predisposición al cambio, el proceso puede resultar abrumador.
Este relato nos ofrece una visión equilibrada sobre la vida en Noruega, destacando tanto sus atractivos naturales y oportunidades económicas como los desafíos emocionales y climáticos que enfrentan quienes deciden hacer de este país su nuevo hogar.