La ministra de Sanidad, Mónica García, ha comunicado que en la próxima reunión extraordinaria del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) se planteará a las comunidades autónomas la reintroducción de la obligatoriedad del uso de mascarillas en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias. Este planteamiento viene motivado por el objetivo de «unificar criterios» ante el reciente aumento de casos de virus respiratorios en España.
Asimismo, García propone la implementación de una medida que facilitaría la gestión de bajas laborales por enfermedades leves. En una entrevista para Onda Cero, recogida por Europa Press, la ministra ha señalado que se está estudiando la posibilidad de autojustificar las bajas de hasta tres días. El modelo se basa en la declaración responsable del empleado, y sigue ejemplos de otros países donde ya se aplica. Esta propuesta responde a la realidad observada, donde los ciudadanos deben acudir al médico para obtener el correspondiente parte de baja, aun cuando no sea necesario.
La preocupación por las tasas de incidencia de la gripe se encuentra en el centro de estas medidas. Según García, los niveles actuales de flujo gripal son más intensos que los de años anteriores, lo que conlleva un motivo de alarma y no sólo por el aumento de las infecciones, sino también por el riesgo de colapso sanitario que estas pueden provocar.
La ministra remarcó que, además de la mascarilla, la ventilación y la coordinación entre las administraciones son esenciales para hacer frente al virus. Reconoce y valora de manera positiva que algunas comunidades autónomas ya han impuesto el uso de mascarillas en centros sanitarios, aunque se descarta extender esta medida a los centros educativos en el corto plazo. Estas acciones se encaminan hacia una respuesta conjunta y coordinada frente a la salud pública y buscan reducir la presión sobre los servicios sanitarios del país.
