Las principales organizaciones del sector agrícola español, Asaja, COAG, Cooperativas Agro-alimentarias de España y Aeofruse, han actualizado la estimación de producción de almendra. Según estos últimos datos, se ha registrado una disminución del 2,2% con respecto a las cifras proyectadas en mayo, estableciendo la cifra en 122.304 toneladas de almendra grano.
A pesar de este ajuste a la baja, la producción se mantiene un 38% por encima del promedio de los últimos cuatro años y representa un incremento del 8% en relación a la cosecha anterior. Se destaca que en la región de Castilla-La Mancha, puntualmente, se espera una cosecha de 32.335 toneladas dentro de una superficie de 127.862 hectáreas cultivables.
La mayoría de las estimaciones de cosecha en las diversas zonas se han mantenido constantes. No obstante, la disminución en la producción frente a los datos de mayo se debe en gran parte a que las precipitaciones recientes, aunque bienvenidas, no han sido suficientes ni se han producido en el momento oportuno para revertir completamente la preocupante situación de falta de agua que atraviesan los almendros. Esta realidad se manifiesta en un particular incremento del estrés hídrico, con especial incidencia en áreas de Murcia y Castilla-La Mancha, tal como señalan las organizaciones agrarias mediante un comunicado.
El trabajo de las mesas territoriales en la evaluación de las circunstancias de cada región ha sido clave en la definición precisa de las previsiones de cosecha. En lo que respecta a Castilla-La Mancha, además, la avispilla del almendro ha supuesto un problema considerable, exigiendo un esfuerzo intensificado en la gestión de esta plaga en los lugares donde se ha presentado.
La situación se agrava con la sequía en el sur y en la Sierra de Albacete, la cual amenaza seriamente la subsistencia de las plantaciones. Aun así, las lluvias que se dieron a principios de junio han ofrecido cierto alivio a la crítica condición de falta de agua en algunas zonas de la provincia albaceteña, concluyen las entidades. Se espera que estas condiciones se reflejen en la próxima temporada de cosecha y en las estrategias de gestión de las explotaciones afectadas.