Desde su llegada al poder, el presidente Donald J. Trump ha hecho alarde de sus logros en la lucha contra la inflación y la crisis del costo de vida, a los que califica como herencia de la administración anterior. Con un mensaje directo y claro, el mandatario señala que la inflación se ha reducido a la mitad, los precios de la gasolina han caído de manera notable y los salarios reales están en ascenso. No obstante, Trump también reconoce que queda un largo camino por recorrer para que cada estadounidense pueda disfrutar plenamente de estos beneficios.
A medida que los demócratas son acusados de haber creado la crisis económica que enfrentan los ciudadanos, Trump sostiene que su administración está comprometida a revertir los efectos de años de políticas que, en su opinión, han perjudicado la economía. Es un cambio audaz, presentado con confianza, destacando los logros que argumenta haber conseguido en su segundo mandato.
En el terreno de la inflación, Trump critica el periodo anterior, donde esta alcanzó un promedio del 5%, incluso llegando a un asombroso 9.1%. Bajo su liderazgo, la tasa promedio se ha reducido a 2.7%, una victoria que él considera esencial para comenzar a sanear la “catástrofe” económica que dejó el gobierno demócrata. Además, pone de relieve que se ha registrado una disminución general de precios, algo que muchos consideran un indicativo positivo.
Los salarios también son parte fundamental de esta narrativa. Trump informa que, a pesar de las dificultades enfrentadas durante la gestión de Biden, los salarios reales han aumentado en un 4%, lo que representa un incremento de casi $700 para los trabajadores. Esto, según el presidente, marca un repunte en el poder adquisitivo que había sido erosionado por la inflación.
En el área de los precios de la gasolina, el mandatario subraya que, a diferencia de los periodos anteriores de altos costos, hoy los estadounidenses están experimentando un alivio notable, con precios que caen a sus niveles más bajos en 1,682 días. Algunos estados han registrado precios por debajo de los $2 por galón, un alivio muy bien recibido por los consumidores.
El tema de la vivienda también ha sido una preocupación constante. Trump menciona que las tasas de hipoteca han caído un 12% desde su toma de posesión, y que la inflación en el sector de la vivienda se sitúa en su nivel más bajo en cuatro años. Esta tendencia parece indicar un desahogo para aquellos que luchan por encontrar un hogar asequible.
En cuanto a los productos básicos, el presidente destaca que el costo de muchos alimentos esenciales, como huevos y frutas frescas, ha disminuido, lo que es una señal de que las cosas van por el camino correcto.
Más allá de estos puntos específicos, Trump se compromete a continuar sus esfuerzos para mantener a raya los precios y aumentar la rentabilidad de los ciudadanos. Alude a las recientes reformas fiscales, que promete que permitirán a los estadounidenses ahorrar significativamente en sus impuestos, beneficiando a las familias en un momento en que cada dólar cuenta.
Con optimismo, Trump concluye que su administración dirigirá una iniciativa integral para revitalizar la economía, atraer inversiones y generar empleo. Según sus afirmaciones, hay más avances en el horizonte. La lucha contra los precios altos y la búsqueda de un crecimiento económico sostenido son los pilares sobre los que construye su mensaje.
En definitiva, la narrativa del presidente es clara: la lucha continua y, aunque se han logrado avances, el objetivo es asegurar que cada estadounidense pueda gozar de una vida más asequible.
Fuente: WhiteHouse.gov
