En un movimiento que busca desmantelar regulaciones consideradas como onerosas, el presidente Donald J. Trump ha firmado un memorando con el propósito de eliminar los estándares de presión y eficiencia de agua que, según su administración, afectan la funcionalidad y el costo de los electrodomésticos domésticos. La decisión se enmarca dentro de su agenda de reducir la intervención del gobierno en la vida cotidiana de los ciudadanos, promoviendo una mayor libertad de elección en el mercado.
El memorando, que fue divulgado hoy, instruye al Secretario de Energía a llevar a cabo varias acciones clave. Entre ellas, la revisión y posible rescisión de las normativas que limitan el uso de agua en duchas, grifos, lavavajillas, inodoros y máquinas de lavar. También se ordena la publicación de un aviso en el Registro Federal que aclare el ámbito de la preeminencia federal sobre las normas estatales relacionadas con el uso de agua en estos dispositivos. Además, se pausará la ejecución de las normativas mencionadas hasta que sean rescindidas o revisadas, en un aparente esfuerzo por facilitar una revisión completa del sistema regulatorio actual.
Trump ha argumentado que las restricciones existentes han encarecido innecesariamente los electrodomésticos y han reducido su eficacia. Por ejemplo, los estándares de eficiencia han llevado a que los lavaplatos tarden hasta dos horas en completar un ciclo, un tiempo considerablemente mayor en comparación con los modelos anteriores a la implementación de estas regulaciones. Asimismo, se destaca que los modelos de máquinas de lavar ultra eficientes pueden costar al menos cien dólares más que sus contrapartes menos restrictivas, complicando la opción para el consumidor promedio.
El presidente ha reiterado su compromiso de liberar a las familias estadounidenses de regulaciones que considera ineficaces y costosas. Desde su primer día en la Casa Blanca, Trump ha tomado medidas para asegurar que los ciudadanos tengan la libertad de elegir entre una variedad de productos y electrodomésticos, que van desde bombillas hasta inodoros y duchas. Con esta nueva acción, se busca reforzar esa promesa, señalando que el gobierno no debe imponer normativas que hagan más difíciles y costosas las decisiones cotidianas de los consumidores.
El gesto ha sido recibido con comentarios mixtos. Mientras algunos consumidores pueden aplaudir la reducción de regulaciones como un paso hacia una mayor libertad de elección, los defensores del medio ambiente y de la conservación del agua han expresado su preocupación, subrayando la necesidad de prácticas sostenibles que ayuden a preservar los recursos hídricos. A medida que se implementen estos cambios, el debate sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental seguramente continuará siendo un tema candente.
Fuente: WhiteHouse.gov