En un movimiento audaz por revitalizar la economía estadounidense, el presidente Donald J. Trump anunció hoy la implementación de un ambicioso programa de desregulación que exige eliminar diez regulaciones existentes por cada nueva que se promulgue. Esta medida, que se formalizó a través de una Orden Ejecutiva, busca liberar a los negocios y ciudadanos de lo que la administración define como un aumento excesivo de reglas y normativas que obstruyen el crecimiento económico.
El nuevo mandato obliga a las agencias gubernamentales a identificar al menos diez regulaciones vigentes que serán derogadas cada vez que se introduzca una nueva regla, directiva o guía. Además, se establece que el costo incremental total de todas las nuevas regulaciones, incluidas las derogadas, debe ser significativamente inferior a cero para el año fiscal 2025. Esta decisión representa un esfuerzo dirigido a minimizar los costos de cumplimiento y fomentar un ambiente más propicio para la inversión y el emprendimiento.
Este enfoque contrasta notablemente con las políticas del gobierno anterior, que, según la administración Trump, resultaron en costos históricos de 1.7 billones de dólares para los estadounidenses. La administración critica el «asalto regulatorio» del gobierno de Biden, argumentando que la sobre-regulación ahoga la iniciativa empresarial, limita la elección del consumidor, desalienta la innovación y contribuye al aumento del costo de vida, incluidos los precios de la energía.
En su primer mandato, Trump ya había implementado medidas de desregulación que llevaron a eliminar en promedio cinco regulaciones por cada nueva impuesta, superando el objetivo inicial de reducir dos por uno. Con esta nueva política, la administración busca no solo continuar con ese éxito, sino también mejorar la vida cotidiana de los ciudadanos estadounidenses al reducir las regulaciones que considera innecesarias, onerosas y costosas.
Al promover esta iniciativa, el presidente Trump se posiciona como un defensor ardiente de los pequeños negocios y la innovación, mientras busca revertir lo que considera un camino hacia un aumento de la inflación y una disminución de la libertad económica. Con la implementación de esta estrategia, la administración espera crear un entorno más favorable que permita a las empresas prosperar sin el peso de la regulación excesiva.
Fuente: WhiteHouse.gov