El pasado viernes, el presidente Donald J. Trump firmó una Orden Ejecutiva destinada a prohibir el uso de fondos federales para financiar o promocionar abortos electivos, en un movimiento que resuena con un amplio sector de la población que se opone a la utilización de dinero de los contribuyentes en esta práctica. Esta medida busca reafirmar la política establecida por el Hyde Amendment, que desde hace casi cinco décadas protege a los ciudadanos de ser obligados a financiar abortos.
La reciente Orden del presidente revoca dos órdenes ejecutivas emitidas por la administración anterior que, según Trump, desafiaban el Hyde Amendment. La primera, denominada Orden Ejecutiva 14076, implementaba un esfuerzo vasto y gubernamental para promover el aborto y politizar la aplicación de la Ley de Acceso a Clínicas (FACE). Por su parte, la Orden Ejecutiva 14079 redefinía el aborto como "atención médica", lo que abría la puerta a la financiación de abortos electivos a través de Medicaid, incluyendo subsidios para los costos de desplazamiento para quienes decidieran realizarse un aborto.
Adicionalmente, Trump firmó un Memorando Presidencial que reinstaura la Política de Ciudad de México, la cual prohíbe el uso de fondos federales para financiar abortos en el extranjero. Esta política, implementada originalmente durante su primera administración, busca evitar que los impuestos estadounidenses subsidien a organizaciones extranjeras que llevan a cabo o promocionan el aborto. Un informe de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en 2020 había señalado que esta política no afecta negativamente la salud de las mujeres a nivel mundial.
La nueva administración también se presenta como un referente que devuelve la discusiòn sobre el aborto a manos de los estados. A raíz del fallo de la Corte Suprema en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, que revocó la histórica decisión de Roe v. Wade, se ha transferido el poder de regular cuestiones relacionadas con el derecho a la vida a los votantes locales. Esto implica que los ciudadanos, a través de sus elecciones, pueden determinar las políticas sobre la vida en sus propios estados, sin que se impongan decisiones federales que pudieran contradecir sus valores.
Trump insiste en que sus acciones ejecutivas son un cumplimiento de su promesa de respaldar una votación popular sobre el tema de la vida, destacando un historial que incluye la reinstauración y expansión de la Política de Ciudad de México, la prohibición del uso de fondos de Título X para subsidiar la industria del aborto y la prohibición de la financiación federal de la investigación con tejido fetal, entre otras.
Con este paquete de iniciativas, la administración Trump reafirma su compromiso de proteger la vida y de garantizar que los contribuyentes no se vean obligados a financiar abortos en el país o en el extranjero. Este enfoque ha generado una respuesta notable entre sus bases y sienta las bases para futuras discusiones sobre el delicado tema del aborto en Estados Unidos.
Fuente: WhiteHouse.gov