El Sindicato de Enfermería (Satse) en Castilla-La Mancha ha iniciado una batalla legal en busca de derechos profesionales para más de 600 enfermeras y fisioterapeutas de la región. Se han interpuesto demandas reclamando que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) reconozca los grados de carrera profesional a estos trabajadores del sector sanitario.
La acción legal, respaldada por el sindicato, sigue incrementándose con nuevas reclamaciones, y las demandas ya presentadas por las asesorías jurídicas de Satse atañen a los juzgados de las cinco provincias castellanomanchegas. El objetivo es que se evalúe y remunere adecuadamente el grado de desarrollo profesional de los demandantes desde el inicio de su servicio en el Sescam, un derecho que ha estado suspendido desde marzo de 2012.
Las enfermeras y fisioterapeutas de la región han continuado su labor sin la debida valoración de su progreso en conocimientos, experiencia y contribución a los objetivos organizacionales, una circunstancia agravada, según el secretario general de Satse Castilla-La Mancha, Juan Francisco Ruiz, por el «espectacular esfuerzo» que dichos profesionales desempeñaron durante la pandemia de COVID.
Tras no lograr respuesta a las reclamaciones y propuestas por parte del Sescam y la Consejería de Sanidad en la última década, el sindicato ha decidido acudir a la justicia. Subrayan el agravio comparativo que sufren estos trabajadores frente a sus colegas de otras comunidades autónomas, donde sí se lleva a cabo el proceso de reconocimiento de grados de carrera profesional. Además, se denuncia que el Sescam homologa los grados provenientes de otros servicios de salud sin ofrecer el mismo trato a sus profesionales internos.
Desde Satse se tiene confianza en que la situación se dirima favorablemente en los tribunales, dando precedente las resoluciones que ya han reconocido este derecho a trabajadores interinos en las mismas instancias judiciales de Castilla-La Mancha.
