Los efectos del temporal de nieve Filomena están siendo de diversa índole y están afectando de manera diversa en función de las zonas y las comarcas de Castilla-La Mancha. Así se lo están manifestando estos días a los técnicos y técnicas de UPA Castilla-La Mancha.
Desde la organización agraria están mostrando la preocupación ante la situación que atraviesan muchas explotaciones, una preocupación que crece a diario a juzgar por las bajísimas temperaturas en algunas zonas y comarcas, como los 21 bajo cero de Barrax en Albacete, las bajas temperaturas en Guadalajara, Molina de Aragón (en el denominado triángulo del frío), muchos pueblos de la provincia de Cuenca, y el resto de provincias de manera generalizada.
Estas bajas temperaturas provocadas por el temporal de nieve Filomena puede ser beneficiosa en algunos casos, pero desde UPA Castilla-La Mancha están seriamente preocupados por algunos agricultores y ganaderos de explotaciones familiares que han llamado para asesorarse sobre los daños en naves, algunas de ellas destrozadas por el efecto de las bajas temperaturas, la congelación y posterior caída de nieve provocando derrumbes, las roturas en tractores y maquinaria, o cómo ha afectado a los cereales almacenados en el interior; por poner algunos ejemplos.
Asimismo, debido a la imposibilidad de acceder a determinadas explotaciones, se está haciendo muy complicado alimentar al ganado de manera normalizada. Y si la situación persiste, los daños podrían agravarse, los perjuicios en el corto plazo se incrementarían, un agravante más para el sector.
La Unión de Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha ha pedido a los agricultores y ganaderos que contacten con los técnicos y técnicas caso de que sufran desperfectos. Asimismo, que reciban asesoramiento en todas aquellas explotaciones que necesiten peritaciones correspondientes o el apoyo que ellos consideren.
Finalmente, UPA está preocupada por que falta por analizar el efecto y los daños sobre los cultivos, “preocupa el olivar y lo que queda pendiente. Preocupa la nieve que queda encima, y las bajas temperaturas. De hecho, en zonas de olivar como Munera, con 17 bajo cero, la oliva se hiela y puede degenerar en tres años sin cosecha”, han confirmado desde UPA. También preocupan los posibles daños en el viñedo, que se puedan quemar las yemas, debido a que el sol refleja en la nieve, las yemas se queman y se mueren sin necesidad de haberse helado.