La Mancomunidad de Servicios Comsermancha, con motivo de la celebración de las Hogueras de San Antón, recuerda a los vecinos que los rescoldos, brasas o las cenizas mal apagadas y depositadas en los contenedores pueden provocar daños irreparables.
Desde la Mancomunidad se pide extremar la precaución al deshacerse de los restos de las lumbres, asegurándose que estén completamente apagadas. Unas brasas pueden provocar una combustión horas después de ser arrojadas al contenedor o incluso en el camión de transporte tras su recogida, con los consiguientes e importantes perjuicios y gastos que generaría a todos los municipios que integran Comsermancha.
El incendio de un contenedor puede provocar grandes desperfectos, no solo al propio contenedor, pudiendo afectar las llamas a los vehículos y casas próximas, incluso llegando a provocar daños personales.
Antes de arrojar las cenizas al contenedor es muy importante apagar bien los restos de las cenizas procedentes de lumbres, estufas, chimeneas o braseros, empleando tierra o arena con apoyo de un poco de agua, y cerciorarse de que están realmente apagadas, para ello es aconsejable dejarlas reposar en un recipiente o cubo metálico al menos durante 24 horas.
Una vez comprobado que los restos están completamente apagados, serán depositados en el contenedor gris dentro de una bolsa resistente y correctamente cerrada.
Pero si quieres darle una segunda “vida” a las cenizas de madera, recuerda que es un residuo orgánico y puede ser un abono natural para plantas, jardines o huertos.
En los días de celebraciones y encuentros suele producirse mayor cantidad de residuos, convirtiéndose en una buena ocasión para activar el lado más respetuoso con el medio ambiente y ejercer una labor pedagógica entre aquellos con los que se comparte la celebración, recordando que los envases de vidrio van al contenedor verde, no confundirlo con el cristal que debe tirarse en el contenedor gris, porque no se puede reciclar, y los plásticos al de color amarillo.