El pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha se ha convertido en el escenario de un intenso debate sobre la conciliación laboral y familiar, donde los grupos parlamentarios de Vox y del Partido Popular han intentado, sin éxito, obtener el respaldo de la mayoría socialista para impulsar medidas en favor de las familias y el fomento de la natalidad.
La sesión fue inaugurada por el diputado de Vox, Francisco Cobo, quien centró su intervención en la importancia de contar con un empleo estable, dignificado y de calidad como base para lograr la estabilidad en el hogar. Cobo subrayó que, según las cifras actuales, la región enfrenta un paro del 12,5% y más de 26,000 jóvenes están desempleados, lo que dificulta su emancipación y aumenta el riesgo de exclusión social en Castilla-La Mancha. También señaló la despoblación como un obstáculo adicional para la conciliación, ya que muchas personas se ven obligadas a mudarse a áreas más urbanas en busca de oportunidades laborales. Enfatizó que, a pesar de que más de un millón de castellanomanchegos forman parte de la población activa, conseguir un trabajo no garantiza llegar a fin de mes.
Por su parte, Itziar Asenjo del Partido Popular, también intervino para hablar sobre la necesidad de cerrar la brecha salarial y facilitar el acceso de la mujer al mercado laboral. La parlamentaria advirtió que la caída de la natalidad y el envejecimiento de la población presentan un desafío demográfico significativo, lo que requiere de políticas que proporcionen «entornos estables» para las familias. Asenjo comparó la situación en Castilla-La Mancha con otras comunidades autónomas gobernadas por su partido, como Galicia y Castilla y León, y mencionó la urgencia de implementar un plan de ayudas para la conciliación laboral dirigido a mujeres en situación de vulnerabilidad.
La diputada socialista Paloma Jiménez contraatacó, defendiendo un concepto de familia que debe ir acompañado de políticas de conciliación e igualdad. Criticó tanto a Vox como al PP, afirmando que el primero se aferra a una visión tradicional de la familia y que el segundo carece de propuestas coherentes. Jiménez enfatizó el progreso logrado en los últimos años en Castilla-La Mancha bajo el gobierno socialista, desde mejoras en el teletrabajo hasta el aumento del bienestar social de las familias.
En cuanto a las propuestas debatidas, tanto Vox como el PP no lograron el respaldo necesario para sus iniciativas. Vox abogaba por la promoción del papel de la familia a través de campañas de comunicación y la priorización de las familias en las políticas públicas. Por su parte, el PP proponía la educación universal para niños de 0 a 3 años, un plan de ayudas a la natalidad e incrementar el servicio de teleasistencia para embarazos de riesgo. En contraste, el PSOE pudo avanzar su propuesta, que se centraba en impulsar bonificaciones fiscales para las familias y en seguir promoviendo políticas sociales que apoyen a los trabajadores en su conciliación familiar.