Emiliano García-Page, el candidato del Partido Socialista (PSOE) a la Presidencia de Castilla-La Mancha, ha coincidido en una reunión pública con el Partido Popular (PP) y Vox en la necesidad de “cambiar Castilla-La Mancha”. Sin embargo, ha añadido que cualquier cambio debería ser para acabar con “políticos que no aportan nada a la región salvo insultos infamatorios y obstáculos”. García-Page ha destacado la necesidad de darles una lección a estos políticos y de que el pueblo no está a favor de ellos.
El político también se ha preguntado por qué el PP no puede elegir líderes más afines a sus votantes y ha destacado que él se niega a pensar que todos los votantes del PP comparten la misma opinión que sus líderes. García-Page ha subrayado que la gente no lo cambiará y ha dejado claro que su objetivo para el 28 de mayo es que haya una fiesta. Ha afirmado que su campaña se basa en proposiciones positivas y en mirar hacia el futuro, mientras que otros políticos hacen campaña negativa contra él.
El candidato ha añadido que, teniendo en cuenta que Paco Núñez del PP y Vox hablan de cambiar Castilla-La Mancha, eso es precisamente lo que ha intentado su gobierno. Ha dicho que su gobierno ha trabajado para cambiar lo que hizo Cospedal, la persona que le dejó un guión de todo lo que no había que hacer.
García-Page ha solicitado el voto para el PSOE de Castilla-La Mancha, el partido que ha defendido el espíritu regionalista, positivo e inclusivo en España. Ha asegurado estar convencido de que ganarán el buen camino y la buena dirección, los que apoyan a la gente de la tierra, no aquellos que quieren apoyarse en ella.
En la reunión, la candidata socialista Ana María Maqueda también ha solicitado la ayuda para tres demandas y ha destacado que el 28 de mayo se decidirá si continuar avanzando o volver a los infiernos de 2012 en Bargas. La concejala del Ayuntamiento de Madrid, Concha Chapa, y las concejalas de Ciudadanos también estuvieron presentes en el acto.
