PP solicita la declaración de zona catastrófica para las tierras afectadas por el temporal en la provincia de Guadalajara

El Grupo Popular en la Diputación de Guadalajara ha decidido solicitar al Gobierno central la declaración de zona catastrófica para las áreas de Henares, Bornova, Tajuña y parte de la Comarca de Molina, las cuales han sido gravemente afectadas por el reciente temporal. Esta medida busca asegurar que estas regiones reciban la atención y los recursos necesarios para recuperarse de los devastadores efectos de las inclemencias meteorológicas.

Desde el Grupo Popular, se enfatiza la urgencia de esta solicitud, recordando que en ocasiones anteriores, como en el caso de las zonas afectadas por la dana, algunas áreas quedaron sin esta declaración y, por ende, sin las ayudas pertinentes. La diputada provincial del PP, Concha Casado, ha señalado que la situación actual es crítica para la agricultura en Guadalajara, dado que las tierras y cultivos han quedado seriamente comprometidos debido a las intensas lluvias y las continuas borrascas.

Casado ha destacado que la suelta de agua por parte de los pantanos de Pálmaces, Beleña, Alcorlo y El Atance está exacerbando los problemas en el sector. Según sus declaraciones, las intensas precipitaciones han causado inundaciones en campos de cultivo, desbordamientos de ríos y arroyos, así como daños significativos en las infraestructuras agrarias y en el acceso a caminos. Los cultivos de cereales, leguminosas, espárragos, almendros, pistachos y chopos han reportado pérdidas totales o parciales, y tanto la maquinaria agrícola como las infraestructuras de riego también han sufrido daños, complicando aún más la recuperación del sector.

Además, la diputada ha criticado la falta de acciones por parte de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) en la limpieza de los cauces de los ríos, una medida que el Grupo Popular sigue demandando con insistencia.

Ante esta alarmante situación, el Grupo Popular sostiene que es esencial que la Administración tome cartas en el asunto, dada la magnitud de las pérdidas económicas, aún no cuantificadas, y los retrasos que estas circunstancias suponen para campañas vitales como la del espárrago, así como el riesgo de posibles enfermedades en los cultivos.

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