El portavoz adjunto del Partido Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, Santiago Serrano, ha hecho eco de la creciente disconformidad de los alcaldes del PSOE en la región frente al nuevo impuesto sobre el agua que ha implementado el presidente regional, Emiliano García-Page. Durante su intervención en el Congreso Local del PP de Carrión de Calatrava, celebrado este sábado, Serrano ha afirmado que los ediles socialistas están comenzando a «rebelarse» contra esta medida.
Serrano subrayó que la semana pasada podría haberse suspendido la aplicación de este impuesto si el PSOE hubiese aceptado las enmiendas propuestas por el PP que buscaban «dejar sin efecto» este canon. El portavoz popular ha advertido que el nuevo gravamen «incrementará la presión fiscal» sobre los ciudadanos y empresas de Castilla-La Mancha, lo que resultará perjudicial para la economía regional, especialmente en un contexto de «guerra arancelaria».
En este sentido, Santiago Serrano ha señalado que los alcaldes socialistas son conscientes del impacto negativo de esta normativa impuesta de manera «arbitraria» por García-Page, y están tratando de comunicar a sus vecinos que no son responsables de esta decisión. Como ejemplo, mencionó al alcalde de Cabañas de Yepes, Jorge Ignacio Ors, quien emitió un bando municipal indicando que el impuesto «se cobrará a favor de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que es quien obliga al cobro». Además, Ors ha señalado que cualquier discrepancia relativa al cobro del impuesto deberá ser resuelta exclusivamente por la Junta.
Serrano también destacó que otros alcaldes socialistas han optado por no incluir dicha moción en los plenos municipales, han aclarado en los recibos que la responsabilidad del impuesto recae en el Gobierno de Page y algunos todavía no tienen claro cómo aplicarlo. Esta situación denota la creciente tensión entre las administraciones locales y el ejecutivo regional en relación con la gestión fiscal y los derechos de los ciudadanos.